El Prof. Jordi Gracia catedrático de Literatura española
de la Universidad de Barcelona es una de los mejores especialistas en la
cultura española durante el franquismo. En este ensayo que ahora reseñamos,
estudia las relaciones entre los intelectuales que vivían en el exilio después
de la guerra civil española y los intelectuales disidentes del Régimen que
vivían en España durante el franquismo. Como ha acuñado en frase feliz, entre
ambos había una leve cortina de hojalata: "a la vista de la frecuencia de las
relaciones e incluso de la porosidad y valentía que las personas supieron
ganar, muy por encima de la simpleza y rigidez de las consignas políticas y de
las pretensiones del régimen de Franco" (p.14).
El autor señala dos fechas claves para las relaciones
entre la cultura del exilio y la interior al régimen. La primera, entorno a los
años cincuenta, donde ya se puede hablar de una alianza del exilio con el
interior (p.15). "La mayoría del exilio no fue comunista y tampoco los vencidos
del interior" (p.16). La segunda fecha sería el Congreso de Munich
de 1962 (p.170). En cualquier caso para
el Prof. Gracia: "De la dialéctica entre exilio y resistencia van a depender
muchas cosas del futuro en términos humanos y en términos de historia
intelectual" (p.79)
Esta discusión y su seguimiento histórico tiene su
importancia, pues en esos encuentros se pretende establecer la fecha del
comienzo de la autentica transición (pp.83-84). Que
resumirá en esta expresión: "El futuro no está hecho de pasado, de renuncias
del pasado o de reparaciones urgentes del pasado" (p.197).
Son interesantes las apreciaciones sobre el regreso de
Ortega a España y su prematura muerte: "El Régimen no pudo usar a Ortega, pero
si lo hizo la resistencia" (p.118).
Con respecto a la cultura dentro de la España franquista,
después de explicar la depuración (p.132), señala una de sus tesis clave,
repetida en otros trabajos: y que bien podría ser el objetivo de este libro y
del trabajo de este autor: "La mirada de hoy, o la mía al menos, prefiere
reconstruir esos espacios acosados, tímidos, mejor que seguir deplorando
solemne y rutinariamente, la inmovilidad gotosa de las letras y la sociedad
franquista" (p.159). Finalmente, al hablar de la cultura de finales de los años
sesenta y setenta vuelve sobre la concepción que en el exilio se tenía de la
resistencia interior, y queda resumida en la palabra respeto (p.192).
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La única referencia al Opus Dei es para reseñar las
buenas relaciones del historiador Vincens Vives con
algunas personas del Opus Dei. Quizás el enfoque en los años sesenta, más breve
y centrado en Cataluña, le exime de tratar de Rafael Calvo Serer
y su labor cultural y periodística de combate al franquismo desde el diario
Madrid (p.196). Aunque lo deseable, desde el punto de vista científico, sería
respetar la actuación de los miembros del Opus Dei sin marcarlos por su
vocación cristiana.
José Carlos Marín de la Hoz
Jordi GRACIA,
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href="http://www.clubdellector.com/fichalibro.php?idlibro=8889">A la
Intemperie. Exilio y cultura en España, ed. Anagrama, Barcelona 2010, 247
pp.