Existencia y búsqueda de sentido

 

Romera realiza un análisis muy completo de la situación actual de la cultura marcando las claves del post-modernimo a partir de la herencia de la modernidad, pero señalando las características peculiares del post-modernismo.

Pone de manifiesto el reduccionismo intelectual en el que cae el post-modernismo señalando el predominio de la razón técnica e instrumental con una visión unilateral que solo presta atención a un tipo de conocimiento; un reduccionismo existencial que solo valora un tipo de dimensiones del hombre y que desemboca en un reduccionismo ontológico que alude a la concepción última acerca de quién es el hombre.

Se da una crisis de la sabiduría.  pues la ciencia es siempre sectorial, mientras que la sabiduría pretende una visión integral o universal.

En la cultura post-moderna cuesta asumir que el hombre está constituido con vistas a un fin al que apunta su misma naturaleza; se pierde de vista que el ser humano incluye una finalidad intrínseca que le es propia.

Otro aspecto fundamental de nuestro tiempo reside -dirá- en la conciencia de finitud y fragilidad del ser humano, pero el post-modernismo asume del horizonte moderno la razón de autonomía y el deseo de emancipación, pero con la idea de que el hombre no es capaz de alcanzar por sí mismo una verdad absoluta desembocando en una ilustración desencantada abocada al relativismo.

Aborda el voluntarismo actual que otorga a la voluntad la competencia de definir el sentido de las acciones, instituciones y actitudes, cayendo en la arbitrariedad: las cosas no están prohibidas porque sean malas, sino que son malas porque están prohibidas. La arbitrariedad hace que la libertad se entienda como autonomía radical en los juicios de valor y en las decisiones, presuponiendo una ausencia de verdad.

La ausencia de un horizonte de comprensión que permita ubicarnos y orientarse en la existencia expone al peligro del utilitarismo, que conduce en una segunda instancia como fuente de decisión, sobre todo en la vida privada y el modo de conducir la existencia personal, a la emotividad: cuando no sabemos manejar una situación de nuestra existencia porque en ella no sirven los criterios cuantificables, y en ausencia de una visión sapiencial y prudencial, uno se deja llevar por las emociones.

Indaga en las bases del secularismo y laicismo actuales: postular una sociedad que se fundamenta sobre la base de una verdad natural del hombre “etsi Deus non daretur”; la concepción moderna de la razón contrapuesta a la fe; y la idea moderna del sujeto que lo concibe como autónomo y autosuficiente. El laicismo se concebía como un logro que venía para quedarse, pero no ha sido así, la secularización no se ha consolidado como un proceso unidireccional e irreversible. En lugar de asistir al crepúsculo de la religión y de lo divino, se constata una nueva sensibilidad religiosa, si bien es cierto al margen de la verdad.

La radiografía es completa pero no derrotista y pesimista; finaliza esta primera parte del estudio con una serie de soluciones válidas, augurando un futuro positivo y prometedor con una formación sapiencial que supere los reduccionismos, y marcando las claves de dicha formación.

En la segunda parte del libro plantea el tema de la religión: la religión nunca ha dejado de despertar interés en el ser humano. Los hombres y las mujeres de toda época no han dejado de preguntarse por el sentido último de la existencia. La pregunta por Dios sitúa al hombre ante una bifurcación: o bien nuestra vida se resume en una existencia clausurada en su inmanencia, o bien nuestro ser remite a la Trascendencia en la que radica el origen último y donde reside su sentido definitivo.

La religión se nos presenta en la cultura actual como impugnable con una naturalidad que en siglo pasados hubiera sido inconcebible; sin embargo la sociología de las últimas décadas ha detectado en las sociedades secularizadas un nuevo interés por lo sagrado; en lugar de asistir al ocaso se la religión, se constata un retorno de lo religioso.

Ahora bien, la religiosidad post-moderna se plasma en un contexto cultural caracterizado por presupuestos relativistas, por el multiculturalismo y por una sociedad de la comunicación. El fundamento de la religiosidad ya no se sitúa en la verdad, sino en preferencias personales con el resultado de una religión subjetiva, funcional y con frecuencia sincretista.

Sin embargo, el hombre auténticamente religioso percibe que a religión es una cosa seria en la que está en juego la totalidad de la persona, y que afecta de manera decisiva a la sociedad, con exigencia de autenticidad y un sentido y relevancia existencial.

Se plantea a continuación la búsqueda presupuestos de la existencia de Dios frente al nihilismo Nietzscheano a partir de la finitud del hombre y toda la naturaleza, y la búsqueda y necesidad de un sentido último; la inteligibilidad de la naturaleza, sin la que no existiría la ciencia; y la cuestión ontológica: se parte del ser y la contraposición del ser es el no-ser: la nada, el origen del ser no se puede encontrar en las realidades finitas cuya causalidad no alcanza al mismo ser.

Por último, aborda el tema de la fe cristiana de manera sucinta porque este tema lo trata en otro libro. La fe cristiana radica en lo esencial de su condición en que el cristiano cree en el amor de Dios y “así puede expresar la opción fundamental de su vida” (en palabras de Benedicto XVI); creer en el amor de Dios supone una visión de Dios que se sitúa en las antípodas de la concepción nihilista y atea del ser y la existencia humana. Pero también se distingue de las visiones panteístas y de tenor politeísta.

Abordará la fe a continuación, a partir de la experiencia religiosa como encuentro ante una pregunta: ¿qué actitud adopta Dios ante el anhelo y búsqueda del hombre?: la fe como apertura es un encuentro con Dios que acontece en la interioridad de la persona y la interpelación en todas sus dimensiones. Y la fe como respuesta: la fe es el “primer acto con el que se responde a la revelación de Dios” en palabras de Juan Pablo II.

Luis Corazón

Luis Romera. Existencia y búsqueda de sentido. Eunsa 2020.