Historia de los papas

 

Verdaderamente la editorial catalana Fragmenta sigue sorprendiendo al púbico culto con títulos muy sugerentes y bien redactados, a veces, por personas sorprendentes, poco conocidas pero que, por su habilidad y destreza, su profesionalidad, logran alcanzar una óptima difusión. En esta ocasión el joven doctor en historia por la Universidad de Barcelona, Diego Sola (Granollers 1988), ha logrado un magnífico texto, muy bien redactado y óptimamente escogidos los temas, el estilo ágil y directo y, sobre todo, escrito con respeto y cariño a la Iglesia.

Me ha gustado especialmente el punto de arranque de esta novedosa historia de los papas pues, efectivamente, todavía hemos de meditar sobre la crisis luterana que arrancó de la Iglesia de Roma a millones de personas y las dejó en la soledad más terrible, de la “sola fides” y la “sola scriptura”, sin el calor de los sacramentos, de las mediaciones de la Virgen y la comunión de los santos y, sobre todo, sin un padre y pastor.

Evidentemente, hay muchas cosas matizables en esta breve pero ágil historia de la institución del papado en la Iglesia Católica. Notas que había ido apuntando paulatinamente y que dejaré guardadas para una futura conversación con el autor, pues por lo que ha escrito en este trabajo, lo que importa primariamente es felicitarle y, además, vale la pena animarle en la tarea de escribir sobre temas de la historia de la Iglesia, porque lo hace con bastante objetividad, documentación y cariño.

Es claro que la historia de la Iglesia es la historia de una familia con mucho abolengo, pues consiste en relatar veinte siglos de esfuerzo e ilusión por vivir el mensaje siempre nuevo de la caridad: “amaos unos a otros como yo os he amado”, a la par que buscamos compartir un mensaje y la compañía de Jesucristo entre nosotros.  Asimismo, se puede escribir, como hace nuestro autor, sobre la edad de hierro del pontificado. Con tantas calamidades y desafueros hasta llegar al juicio del cadáver del papa Formoso, cargado de cilicios, antes de arrojarlo al Tíber (42).

Pero, también hay que señalar que es más verdadero que ha habido más caridad que errores. Se agradece leer autores que provienen de la Historia civil y saben apreciar los esfuerzos que hacemos por convertirnos permanentemente al amor a Dios y a los demás para solventar la tendencia a la decadencia común con todos los seres humanos. Se puede seguir confiando en la Iglesia porque aprendemos de nuestros errores con la ayuda del Espíritu Santo y los ilustrados de todos los tiempos que critican nuestras incoherencias (186).

Especialmente, me ha gustado la narración del papado desde Pablo VI hasta nuestros días, pues aporta la visión de una persona joven, culta, que ha sabido leer la actualidad de la Iglesia del Papa Francisco en las raíces de san Pablo VI, san Juan Pablo II y Benedicto XVI que tenían tanto en común.

Desde luego la síntesis de la figura de san Pablo VI y su trabajo antes, en y después del Concilio Vaticano II, constituye una de los capítulos que los jóvenes de hoy deberían considerar de lectura obligatoria (175-179).

José Carlos Martín de la Hoz

Diego Sola, Historia de los papas, Fragmenta editorial, Barcelona 2022, 223 pp.