El profesor Guido Alfani de la universidad de Milán, ha redactado un interesante y extenso trabajo acerca del enriquecimiento y de la capacidad de trasmisión de fortunas a lo largo de la historia, más en concreto del medievo hasta nuestros días que hay más documentación.
Es interesante comprobar que en el último siglo se está haciendo realidad de modo cuantificable la verdad del antiguo dicho: los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez son más pobres (74).
Es indudable que el descubrimiento de las rutas geográficas, llevó a rastras a las rutas comerciales y alcanzaron en pocos años la capacidad capilar de llegar hasta el último rincón en un mercado global (130).
La imposición de los préstamos en precario y de los cambios con las monedas terminó por imponerse con el aval de la escuela de Salamanca y la desaparición de los préstamos usurarios judíos (174). Los bancos nacionales se crean para defenderse de la banca privada (209). Los bancos se han hecho imprescindibles (213)
Asimismo, no deja de resaltar el profesor Alfani, que, en la actualidad, el nivel de confort, comodidad y servicios sociales, médicos, etc., en la clase media y alta es muy superior a la de las clases pudientes de hace pocos años.
Además, en el pasado las riquezas fundamentalmente se median por las fincas urbanas o campestres y el oro, joyas y cuadros y obras de arte, cuyo valor permanecían en los momentos de crisis. Indudablemente, los ricos colaboraban al ornato de las ciudades y pueblos aportaban puestos de trabajo, limosnas, artistas y proveedores de las casas importantes de la localidad.
Recientemente, la industria del lujo ha incrementado sus activos y cada vez los ricos invierten más medios económicos en arte de lujar y de apariencia: bolsos, atuendos, abalorios.
El número de mujeres ricas siempre ha sido abundante, pero se tienen pocos datos pues habitualmente el cabeza de familia era el que declaraba a hacienda y el que formaba los documentos. Sabemos que muchas viudas sobrevivían a sus maridos e iban logrando mantener las fortunas para asegurar una vejez digna y el futuro de los hijos. Solían sed más longevas ellas que ellos.
En realidad, lo que está sucediendo es que con las nuevas políticas financieras cada vez es más fácil enriquecerse y cada vez es más fácil perderlo todo, y más en las sucesivas crisis económicas, lo que, en definitiva, produce que cada vez hay menos ricos por traspasen sus fortunas de padres a hijos (238).
José Carlos Martín de la Hoz
Guido Alfani, Como Dioses entre los hombres. Una historia de los ricos en occidente, Ático de los libros, Barcelona 2025, 580 pp.