Historia de un concepto

 

El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Cádiz, Francisco Carpintero, se ha tomado la molestia de recoger en unas pocas páginas y con tono de un ensayo universitario, por tanto, buscando ser asequible en el lenguaje y profundidad a un número elevado de personas, la historia de un concepto esencial en el mundo filosófico y jurídico, al que denomina controvertido, y que es, nada menos, el de la ley natural.

En primer lugar, se referirá nuestro autor al origen de la palabra controvertido que ha utilizado en el título acerca de la ley natural y del derecho natural, que habían formado parte del acervo común, de la filosofía cristiana durante siglos hasta la llegada de Descartes (1596-1650) y su principio demoledor de la inmanencia en la teoría del conocimiento.

Así pues, el profesor Carpintero expondrá el cambio de paradigma: “Como las evidencias que nos suministran los sentidos quedaron descalificadas, la idea misma de un derecho natural resultó inviable, porque la naturaleza, a diferencia de la razón, es solo aquello que ya está ahí, lo no creado por el hombre y, por tanto, lo no racional ni normativo para el ser humano; en su lugar, los científicos se lanzaron a diseñar constructos racionales” (16).

Inmediatamente, señalará, no solo los filósofos llamados racionalistas, sino también los propios científicos del momento, cayeron en la trampa de realizar una tremenda separación entre el mundo material y el espiritual: “la trampa de fondo, en la que cayeron prácticamente todos, escolásticos y no escolásticos, fue la separación -más allá de la simple distinción- entre la res cogitans y la res extensa” (17).

Es interesante, nos recordará el profesor Carpintero, que todos los sistemas filosóficos que fueron surgiendo desde el racionalismo cartesiano; el idealismo alemán, el romanticismo, el empirismo, el kantianismo, el materialismo dialéctico, el marxismo, el liberalismo. Todos fueron confluyendo en el siglo XIX y XX, en el positivismo jurídico (21) y aceptando la declaración de los derechos humanos de 1946.

A la vez, esos Derechos humanos, nacían con una profunda fractura en su propio interior, pues como nos explica nuestro autor: “Además, tenemos entre nosotros a un sector de los defensores de los derechos humanos, los que insisten en que el hombre como tal no existe, pero que está cargado de derechos; parecen entender que el consenso socialmente existente en torno a los derechos suple suficientemente la ausencia de un razonamiento propiamente practico sobre el hombre” (18).

En cualquier caso, el derecho natural está ahí, es real e influye: “la democracia no fue posible en los países extensos como España, hasta que no se introdujeron el ferrocarril y el telégrafo” (18). El pensamiento posmoderno seguirá viviendo de las raíces cristianas, aunque no quiera verlas.

José Carlos Martín de la Hoz

Francisco Carpintero, La ley natural. Historia de un concepto controvertido, ediciones Encuentro, Madrid 2008, 407 pp.