Historia reciente de España



El trabajo, redactado por profesores de las Universidades de
Zaragoza y de la Rioja, tiene el estilo de un manual para estudiantes y se
plantea como objetivo divulgar la historia reciente de España. Se ofrecen
análisis tecnológicos, agrarios, sindicales y económicos, pero faltan los análisis
de la cultura y de las ideas. Por otra parte, se de una visión de la Iglesia
como superestructura falsa.


Respecto a la II República, comienzan reconociendo que "La
campaña electoral cogió a la derecha todavía desorientada y desorganizada
y con algunos de sus dirigentes huidos a
otros países, ante la amenaza de un posible juicio por las responsabilidades de
la Dictadura (…). El triunfo de las candidaturas de la coalición repúblicano-socilista fue arrollador" (p.115). Pero no
subrayan que esa composición del Parlamento constituyente no era el marco más
adecuado para realizar una Constitución que sirviera de marco de convivencia
para todos los españoles, ni reflejaba la realidad, de ahí su debilidad. El
análisis de la cuestión religiosa en las Cortes Constituyentes es tendencioso.
Así afirman: "Una Iglesia, además que no tenía ningún respeto por la autoridad
secular a no ser que ésta se plegara a sus mandamientos" (p.132). Evidentemente
ni manejan ni parece interesarles el trabajo reciente, bien documentado, de
Cárcel Ortí sobre Pío XI. Como en otras publicaciones
de estos autores, sostienen que la República hubiera terminado por normalizar
el país y la situación, pero lo impidieron los militares y la CEDA que pusieron
a esos militares unos años atrás al mando del ejército.


Respecto a los comienzos de la Guerra Civil afirman:
"Un golpe de Estado contrarrevolucionario, que intentaba frenar la revolución,
acabó finalmente desencadenándola" (p.174). Seguidamente, sitúan al mismo
nivel, durante la Guerra
Civil, la persecución religiosa en un lado, con la depuración
en la otra zona nacional y afirman: "La religión católica y el anticlericalismo
se sumaron con ardor a la batalla que sobre temas fundamentales relacionados
con la organización de la sociedad y del Estado se estaba librando en
territorio español" (p.185).


Los autores asumen las tesis del Nacionalcatolicismo de
Alfonso Botti sin criticarlas, ni desarrollarlas
(p.253), así como la visión de William J. Callahan
acerca de la Iglesia que procura estar en el poder y abandona a Franco para
propiciar la democracia (p.297).Por eso afirman al comienzo de la etapa
franquista: "Todos esos informes de las fuerzas de seguridad, de los clérigos,
de los falangistas, de la gente ordinaria,
los avales y salvoconductos necesarios para vivir, dan testimonio del grado de
implicación de la población en ese sistema de terror. Y eso significa, en suma,
que el franquismo no sólo vivió de violencia y terror, ni se sostuvo únicamente
con la represión" (p.238).


Evidentemente, la divulgación exige rigor científico para
intentar expresar adecuadamente las diversas realidades y sensibilidades en las
que vivieron los españoles del siglo XX, un análisis que no tenga en cuenta que
muchos españoles del siglo pasado tuvieron fe y procuraron actuar de acuerdo
con ella es un análisis incompleto.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Julián CASANOVA-Carlos GIL
ANDRÉS, Historia de España en el Siglo XX, ed. Ariel, Barcelona 2009,
415 pp.