Japón y España en el siglo XVI

 

Las profesoras Yoshimi Orii (Universidad de Keio, Tokio) y María Jesús Zamora (Universidad Autónoma, Madrid), han coordinado y dirigido a un buen grupo de estudiosos para alcanzar este interesante volumen de investigación acerca de las intensas relaciones entre Japón y España a lo largo del siglo XVI, es decir, antes de las expulsión de los misioneros católicos y, por tanto, la prohibición del catolicismo y las relaciones comerciales de los países católicos occidentales, por los emperadores hasta finales del siglo XIX.

Tanto por la selección de personajes, de investigadores, como por los temas, hacen de este trabajo el más variado y multiforme de los editados hasta el momento. Además, hay que añadir, que no solo se afrontan ángulos nuevos y fuentes inéditas, sino que, también, se critican, los llamados lugares comunes o teorías ya superadas en la historiografía actual.

Además, se trata de un libro sin centro, pues prácticamente están equilibrados los historiadores japoneses sobre España y los españoles sobre el Japón, por lo que el resultado es ciertamente innovador e interesante.

En primer lugar, nos ha llamado poderosamente la atención la interesante relectura, desde el ángulo y los documentos completos sobre la cuestión, del pensamiento del visitador jesuita Alessandro Valignano, tanto de los objetivos declarados como de los encubiertos (13), en la llamada primera embajada japonesa en Europa de 1582, que fueron recibidos sucesivamente, en 1585, por el emperador Felipe II (en ese momento Rey de España y de Portugal) y por el Santo Padre. Efectivamente, lograron atraer el interés de los católicos españoles hacia esa impresionante cultura japonesa y la importancia de enviar donativos y misioneros para extender y arraigar la Iglesia en el continente asiático (15). Asimismo, lograron dar la imagen de obediencia al papa en momentos de división en la cristiandad por la atomización de sectas protestantes (15). Finalmente, lograron que las autoridades japonesas pensaran que la embajada era suya y que habían evitado la posible invasión (16) de los católicos como ya habían hecho los españoles en América o Filipinas (31).

Asimismo, se aborda una cuestión fundamental como fueron las sucesivas traducciones del catecismo de la doctrina católica, desde el latín al castellano, portugués y las sucesivas traducciones al japonés hasta lograr una respetada y reconocida traducción por todos (149, 159, 179). Un problema muy serio y complejo, como se puede observar en los tres capítulos señalados.

Es una pena que no hayan seleccionado ningún capítulo sobre la extensión de las obras de misericordia en el archipiélago, pues la verdad de la caridad cristiana y su heroica aplicación con los desfavorecidos fue motor de muchas conversiones y del afianzamiento en la fe de los neófitos. Si se aborda, el importante arte religioso y las líneas de la nueva arquitectura religiosa, verdaderamente inculturizada (201).

José Carlos Martín de la Hoz

Yoshumi Orii y María Jesús Zamora (eds.), Cruces y áncoras. La influencia de Japón y España en un siglo de oro global, Abada editores, Madrid 2020, 294 pp.