Cada vez hay más amigos que han escrito miles de meditaciones y luego las han reunido en un libro y te lo regalan para que les des tu opinión y les hagas una reseña y lo des a conocer.
Todo eso me parece magnífico pues, cuanto más se hable de Jesucristo y se facilite la oración personal mejor, es decir que la vida cristiana se resuelve cada día en ese cara a cara entrañable y genial que se llama vivir en la compañía del Amigo que hace tan andadero el camino.
Siempre ha pensado que la historia de un hombre es la historia de su oración y, por tanto, cuanto más íntima sea mejor van las cosas y cuanto más fría sea su oración, más líos y problemas.
Hace muchos años que conocí a Antonio Balsera uno de los andaluces más increíbles que he tratado a lo largo de la vida. Ninguno como don Vicente Rodríguez Casado o Manuel Pedreño o Antonio Ruiz Retegui: esos son andaluces de primera línea. Esods son “superclase”.
En ese sentido Antonio Balsera es un amigo entrañable, contertulio senequista, siempre positivo y animante y, por supuesto, escritor empedernido y andaluz y granaíno.
Vayamos por partes. El libro que Antonio ha escrito y que deseo ahora presentar no tiene aparentemente más importancia. Un día juntó las meditaciones se las pasó al obispo de Helsinki aprovechando que habría ido por esas frías tierras a enfriarse de los calores de Andalucía y ya está.
Ahora bien, cuando empiezas a leer las meditaciones de este libro delante del Belén y haces como aconsejaba san Josemaría, meterse en las escenas como un personaje más, entonces se experimenta algo muy serio e impactante: el encuentro con el Amigo que te describe los primeros años de su vida como si fuera una inmensa Parábola de la Vida.
Ciertamente el lenguaje de Dios es como el habla de Andalucía lleno de símbolos, de gestos, de miradas, de caras, de un montón de cosas que se dicen sin decir o que se dejan caer. Este es el reto del trabajo de Antonio: busca más allá de las letras y de las palabras y de los ejemplos. El camino para “pillarlo” es como nos enseña Antonio Balsera: ir a la madre de Dios y pedirle al oído que nos diga al oído eso que nos gustaría decir y no sabemos.
José Carlos Martín de la Hoz
Antonio Balsera, El Espíritu de la Navidad. Meditaciones. Prólogo de Raimo Goyarrola, ediciones Zyys Verlag, Granada 2024, 227 pp.