La confianza de Dios

 

La Madre María de Jesús Velarde (Santander 1925- Galapagar 2021), Fundadora de las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, falleció con fama de santidad y de favores el 9 de marzo de 2021 en Galapagar (Madrid) y, desde entonces, esa fama no ha hecho más que crecer y extenderse entre personas de toda clase y condición.

Ediciones Palabra ha tenido el acierto de recoger en un volumen “Nada me falta”, un conjunto de pensamientos espirituales que brotaron de la oración de la Madre. Ella fue anotando las luces de su oración personal con la ilusión de que esas luces del Espíritu Santo pudieran ayudar a sus hijas y, ahora con su publicación, a cualquier cristiano que deseara conocer y amar a Jesucristo con todo el corazón.

Indudablemente, la primera conclusión al leer estos “encendimientos” del alma es que verdaderamente es real y posible una relación personal con Jesucristo, con la “extraordinaria” normalidad del trato habitual. Es decir, ayuda a descubrir que la oración personal es experimentable.

Además, hemos de agradecer a sus hijas de Santa María del Corazón de Jesús que hayan publicado este libro pues podemos conocer un poco más la profunda espiritualidad del Instituto y de la Madre María de Jesús, pues es fácil descubrir su profunda intimidad con Jesucristo, por ejemplo: amor de Dios (38), amor a la Cruz (41), vigilias de amor (52), la paz que reinaba en su alma (53) y su “amabilidad sobrenatural” (84).

Precisamente, en las palabras de presentación del cardenal Osoro, Arzobispo de Madrid, sobre la primera publicación de la Madre después de su muerte, queda claro que conoce muy bien a Jesucristo y conoce muy bien a la Madre, por lo que ha captado con toda hondura lo que estas palabras muestran y lo que esconden: indudablemente, la Madre María de Jesús Velarde gozaba de la “confianza de Dios” (12) y de la “experiencia de Jesucristo” (13).

En la introducción a esta obra se recuerda que, a la muerte de la Madre María de Jesús Velarde, el Espíritu Santo había dejado, a través de ella y de sus hijas, mucha labor hecha: un Instituto de Derecho Pontificio (aprobado el 8 de septiembre de 1998) extendido por el mundo entero, con tantas vocaciones fieles, 41 comunidades religiosas, entre las cuales hay 11 colegios y 2 hogares para niñas en 9 países, el Aspirantado-Seminario para chicas y la Asociación de fieles DOYMAR. Esto, y muchos frutos espirituales más, todos ellos imposibles de contar, recuerdan las palabras del Evangelio: “por sus frutos los conoceréis” (Mt 7, 15).

Asimismo, resulta conmovedor comprobar cómo la Madre se dirige siempre a los misterios centrales de nuestra fe para fundamentar su piedad y la de sus hijas en argumentos sólidos, fuentes para una fidelidad probada. Por ejemplo, señalará con toda naturalidad y hondura teológica, la importancia de meditar al final de las XIV estaciones del ejercicio del Vía Crucis, una más: la XV, que debería contener la gozosa meditación de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo (56).

José Carlos Martín de la Hoz

Madre María de Jesús Velarde, Nada me falta. Pensamientos para cada día, ediciones Palabra, Madrid 2022, 143 pp.