La economía del franquismo

 

Gracias a los archivos personales que se han ido recibiendo en el Archivo General de la Universidad de Navarra, se está poniendo a disposición de los investigadores de historia contemporánea una masa documental de primer orden, con el fin de poder escribir los primeros trabajos sólidamente fundados sobre la historia del franquismo y de la transición política española (28). Dentro de unos años, con los archivos estatales abiertos y ya a disposición plena de los investigadores se podrán terminar de perfilar, completar y perfeccionar las obras de conjunto que se están elaborando actualmente. En cualquier caso era necesario el paso del tiempo para poder tener la suficiente perspectiva histórica con la que evaluar los acontecimientos, distinguir las impresiones de las realidades y, en cualquier caso, encontrar las raíces de los problemas. La política económica del franquismo, el fracaso de la solución autárquica y la necesidad imperiosa de coger el tren de Europa, era tan urgente que si no se hubieran tomado las medidas estabilizadoras, se habría producido una catástrofe social y, por tanto, nunca hubiéramos podido llegar a estar en Europa.

En esta obra de Jesús M. Zaratiegui, Doctor en economía aplicada, se muestra las intensas gestiones que se llevaron a cabo en 1957 con las grandes autoridades de la economía mundial: el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para poner en marcha el plan de estabilización y de desarrollo en España. De camino, se estudia en este libro los informes elaborados por esas instancias y también los que se hicieron en el interior: para el Banco de España, para el gobierno y los Ministerios implicados de Hacienda, Comercio y Exteriores (43).

Los documentos elaborados por los distintos sectores que van a entrar en diálogo y discusión para alcanzar el plan de estabilización de 1959, arrojan luces muy interesantes y muy desconocidas entre el gran público. En primer lugar, la constatación de la juventud de los equipos económicos españoles junto con la buena profesionalidad y preparación de los mismos (78). Asimismo, aparece claramente dibujado los aspectos políticos y el carácter personal de la dictadura; la soledad del caudillo (80), su repugnancia a todo lo que fueran partidos políticos, grupos de poder o lobbies.

Finalmente, los documentos analizados muestran que la complicidad entre Mariano Navarro Rubio, ministro de Hacienda, y Alberto Ullastres, ministro de Comercio, eran sencillamente imposible, pues eran dos maneras radicalmente distintas de enfocar los problemas (73). Con estos datos y más que irán publicándose, muchos historiadores tendrán que dejar de hablar del grupo tecnócrata para referirse a personalidades que quemaron sus energías para sacar España adelante con la única política que la de aportar sus conocimientos al bien común.

José Carlos Martín de la Hoz

Jesús M. Zaratiegui, Del rosa al amarillo. El plan de estabilización español (1959), ediciones Eunsa, Pamplona 2018, 305 pp.