Al hacer balance de los libros que he leído este verano, para comentarlos en la tertulia literaria a la que suelo acudir mensualmente y que se reanuda este mes de septiembre, he de destacar ¿Qué es una familia?, de Fabrice Hadhadj (Ed. Nuevo Encuentro, 2015). El autor, nacido en Francia, de origen judío, pero converso al catolicismo, es filósofo, profesor, escritor, conferenciante y sabe de qué habla, puesto que está casado y es padre de seis hijos.

            Hadhadj es un hombre culto, buen conocedor de la filosofía, de la sociología y del pensamiento actuales, que posee, además, una excelente formación teológica y que escribe con brillantez e incluso con un tono a veces provocativo. En este libro, se reúnen cinco textos en torno a la familia, muy oportunos en estos momentos en que es una institución puesta a menudo en cuestión, aunque, como señala el propio Hadjadj, los que la atacan solo nos ofrecen sucedáneos o imitaciones como alternativa (matrimonio homosexual, empeño por tener hijos a toda costa, incluso los que no pueden por imposibilidad natural o aquellos que desprecian la paternidad...).

            El autor nos pone sobre aviso de lo que hay detrás de la ideología de género, de sus pretensiones y de las consecuencias que supondría para la humanidad. Y también advierte, en el capítulo Hacer nacer, sobre los peligros de la manipulación del hombre a través de la técnica y del trasfondo antropológico que en esto subyace, porque a un niño con síndrome de Down se lo puede amar, pero a una máquina por muy perfecta que sea, no. Especialmente brillante es el trabajo titulado Tableta electrónica y mesa familiar, todo un alarde de ingenio, de imágenes, de juegos de palabras –lógicamente se pierde a veces su sentido en la traducción del francés al español–, y de sugerencias sobre la importancia de la convivencia, de la conversación, de mantener las tradiciones familiares y del peligro que supone el abuso de los instrumentos electrónicos.

            Libro valiente y necesario que ayuda a reflexionar y a no dejarse manipular ante las campañas, que a menudo esconden intereses ideológicos pero también lucrativos, de quienes buscan que las leyes y las costumbres socaven ese núcleo fundamental para cada persona que es la familia.

 

Luis Ramoneda