La filosofía de la religión de Nicolás de Cusa

 

El cardenal Nicolás de Cusa (1401-1464), fue un teólogo, filósofo y diplomático de origen alemán, cuyo prestigio y sabiduría no ha hecho sino incrementarse con el paso de los siglos, de modo que, en opinión de su reciente traductor al castellano, el Profesor Víctor Sanz, se ha llegado a afirmar que es actualmente mucho más apreciado y venerado que en su tiempo.

Lógicamente, en plena caída de Constantinopla y en uno de los momentos más difíciles de la Curia Vaticana y en la toma de posesión de su sede episcopal en el Tirol Suizo, el cardenal Nicolás de Cusa, fue muy atrevido para redactar tratados con los que se adelantó a su tiempo, en este caso el Renacimiento y el humanismo cristiano, con los que se abriría paso el optimismo en la naturaleza humana y la unión de los pueblos, es decir, la modernidad en su más profundo sentido.

En ese marco conviene resaltar el tratado sobre “la paz de la fe”, pues no es un escrito de ocasión y para preparar una documentación para la Santa Sede sino una obra muy pensada del cardenal Nicolás de Cusa, publicada en 1459 en Alemania. El tratado contiene las reflexiones del cardenal seos años después del fin del imperio bizantino y el fracaso de su misión diplomática con los turcos, de la no aceptación de los griegos de los Decretos de unión del IV Concilio de Florencia y finalmente del fracaso de la ayuda occidental para evitar el triunfo militar de los turcos.

En ese marco, sorprende la seguridad del Cusano al proponer un camino nuevo por el cual, con la ayuda del Espíritu Santo, todos los creyentes en Dios y de buena voluntad, podrán superar las desconfianzas sobre la figura de Jesucristo y su doctrina salvadora y se congregarán en Jerusalén para unirse a la única fe y volver a sus tierras proclamando la paz y la unidad (68). Así termina su obra. Está redactado en forma de diálogo con dieciséis hombres sensatos, escogidos entere los intelectuales de cada lugar del orbe (griegos sirios, italiano, ingleses, hispanos, etc.)  que van exponiendo los motivos de la desunión sobre la fe en Jesucristo y su doctrina.

Nicolás de Cusa ofrece dos vías de solución: buscar lo que une a todos que es en definitiva la revelación de Jesucristo contenida en la Sagrada Escritura y la Tradición y contenida en el Magisterio de la Iglesia y convertir aquellas cuestiones que separan pero que pueden permitirse en tradiciones rituales que han de ser respetadas. Es decir, distinguir entre la unidad y el uniformismo. Como dice el refrán: la unidad es útil y necesaria y la uniformidad ni es útil ni es necesaria. Estas son las palabras del Cusano: “Si Dios se revela propiciamente, terminarán guerras, odios y males: «y todos conocerán cómo no hay sino una religión en la diversidad de los ritos»”, (6).

Por tanto, para que el hombre pueda rezar y razonar y, con la gracia de Dios, conocer qué corresponde a la sustancia del mensaje revelado y que tradiciones rituales pueden ser mantenidas basta con cotejar la propia religión con el evangelio y la tradición entregadas al magisterio de la Iglesia: “Ha de buscarse la paz en la unidad de la fe y la ley, tolerando los ritos de cada cual” (67).

José Carlos Martín de la Hoz

Nicolás de Cusa, De pace fidei, edición a cargo de Víctor Sanz, Cuadernos de Anuario filosófico, Pamplona, 1996, 102 pp.