La filosofía en Alemania (1945-2020)

 

La extraordinaria y erudita biografía sobre el filósofo alemán más importante del momento, Jürgen Habermas (1929), supera ampliamente los límites normales de una semblanza corriente, tanto en número de páginas como en profundidad, hasta convertirse en una verdadera panorámica del pensamiento filosófico en Alemania, desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días.

La ventaja es que, como es habitual, el lector puede decidir libremente qué grado de intimidad y de profundad desea poseer y, con esa postura, abordar la lectura de esta extensa obra cuyo objetivo es conocer filosóficamente al hombre que más ha impulsado la apertura a la trascendencia en la filosofía y el pacto por una ética común, por señalar algunas de las muchas aportaciones de este filósofo y sociólogo: “las religiones que ofrecen un camino de salvación y prometen la redención sin importantes impulsoras del proceso de autodefinición ética (…), hay que tomar en serio las manifestaciones de los creyentes como contribuciones dentro de una esfera pública plural” (429).

No dejan de ser trascendentales para captar el tono, el argumento y, sobre todo, el estilo que el autor, el Prof. Müller-Doohm (1945), pretende dar a este trabajo, leer muy despacio y disfrutar, el amplio espacio que se concede a las turbulentas relaciones entre el viejo maestro Max Horkheimer, recién regresado del exilio, y el joven Jürgen Habermas, al que persigue y defenestra sin haber hablado con él, por sospechar que era un verdadero marxista y revolucionario. La mediación de Theodor W. Adorno, fue clave y, sobre todo, fue fundamental para el cambio radical de posturas y la final reconciliación, el hecho de la propia evolución del pensamiento de Habermas hasta aceptar críticamente el socialismo democrático (99-148).

Las siguientes páginas hasta el final del trabajo, serán una confirmación del grado de certidumbre y de honradez intelectual con la que el autor ha ido expresando la evolución del pensamiento filosófico de Habermas, quien ha continuado progresando en el mismo de modo incansable, primero en la Universidad de Fráncfort y, luego, como emérito hasta la actualidad.

Una cuestión clave, verdadero hilo conductor, de su pensamiento sociológico y filosófico desde finales de los años sesenta del siglo pasado es la progresiva sustitución en el mundo académico de la “filosofía de la conciencia” por la “problemática del lenguaje” (154-155). Efectivamente, los trabajos en la filosofía del lenguaje le llevaron muchos años de esfuerzos e ilusiones que están condensados en su obra “observaciones preparatorias para una teoría de la competencia comunicativa” (160).

Indudablemente, con el paso del tiempo, Habermas será requerido como conferenciante, profesor visitante, congresos y libros, mientras que Habermas se irá centrando más en el desarrollo de su “teoría crítica del conocimiento, que él considera el presupuesto de todo humanismo futuro” (191).

De hecho, con el paso de los años el pensamiento de Habermas va evolucionando. En 1979 decía uno de sus discípulos: “se ha apartado del concepto de racionalidad de Adorno, que era el concepto típico de la filosofía de la conciencia, para desarrollar su concepto de razón basado en las estructuras de una intersubjetividad que se trasmite mediante el lenguaje” (221). En 1981 se publica su obra culminante “teoría de la acción comunicativa” en dos volúmenes (241).

En la década de los años noventa tiene lugar la publicación de su obra Facticidad y validez, donde afronta abiertamente la relación entre derecho y moral que en el sistema democrático occidental resulta de un interés capital: “las normas jurídicas se legitiman mediante la aprobación por parte de la comunidad de comunicación, la cual a su vez se puede guiar siguiendo puntos de vista morales” (277).

Desde 1994 es ya profesor emérito y en pocos años parece cómo si su presencia en ámbitos importantes para la sociedad se hiciera más intensa: la preocupación por la bioética y los límites antropológicos de la investigación (357), derechos humanos (365), fe y razón (366), diálogo con el Islam (371), crisis del estado del bienestar (391), globalización (404), conocimiento ético (423), fe y saber (426).

Es particularmente interesante, pues marca un cambio de nivel de diálogo fe y razón, el encuentro de Múnich entre Habermas y el entonces cardenal Ratzinger sobre moral y derecho en la sociedad democrática (430-435).

José Carlos Martín de la Hoz

Stefan Müller-Doohm, Jürgen Habermas. Una biografía, Trotta, Madrid 2020, 642 pp.