El profesor Carlos Ortega lleva toda su vida profesional investigando y editando las obras completas de Simone Weil, de modo que cuando ha titulado “la firmeza de un nudo” a su introducción general de la vida y escritos de esta célebre filósofa y pensadora debemos plantearnos qué significa esa expresión.
Indudablemente Simone Weil falleció por pura entrega a la causa de la libertad y en su lucha contra el nazismo y llegó a dejar de comer hasta fallecer. Así lo confirman quienes la vieron gastarse en los últimos días de su vida en Londres concentrada en tareas de la resistencia.
Ciertamente nunca gozó de una gran salud y su entrega desmesurada a las causas, los pobres, el proletariado, la invasión nazi de Europa, la persecución de los judíos y, si lo hubiera sabido, el holocausto nazi le habría llevado a la aceleración de la muerte.
Es interesante que el profesor Carlos Ortega se haya planteado un proceso de canonización de Simone Weil (22) puesto que era creyente y tenía al final desde su vida una vida espiritual muy intensa, aunque nunca hubiera dado el paso de llegar a recibir el bautismo: una mezcla de sentirse indigna y de su escándalo por algunas actuaciones de algunos eclesiásticos. Ella no llegó a desatar el nudo que la unía Dios (25)
En definitiva, hubiera sido un modo de mostrar cómo Dios puede entrar en un corazón tan enamorado como el de Simone y atraerlo hacía si con tanta fuerza, pero a la vez la dejaba libre para hacer ese acto de fe, de humildad y de abandono en las manos de Dios como sería entrar por el bautismo en la Iglesia, recibir la plenitud de las virtudes y de los dones aprovechar los sacramentos y llegar así al cielo.
En cualquier caso, Simone Weil no será beatificada por un motivo mucho más sencillo y operativo: nunca se llegó a probar su fama de santidad y de favores en una parte significativa del pueblo de Dios, por tanto, Simone Weil será una intercesora de quienes la hemos conocido en sus escritos y en las facetas ejemplares de su vida.
Por otra parte, es claro que el resumen de la filosofía y de la filosofía política de esta gran pensadora está en su extraordinaria sensibilidad para captar la dignidad de la persona humana y luchar por los derechos humanos (todavía no habían sido formulados) de la que habría sido una gran defensora.
Como expresa Carlos Ortega al comienzo del trabajo “no existe otra santidad que el amor” (21), pero una cosa es ser modelo e intercesor de su familia, de sus amigos y de quienes lean su interesante obra y, otra muy distinta, es ser modelo e intercesora del pueblo de Dios corroborado con un milagro para sellar con la palabra de Dios un proceso de virtudes.
José Carlos Martín de la Hoz
Carlos Ortega, La firmeza de un nudo. Para leer a Simone Weil, Trotta, Madrid 2025, 134 pp.