La Iglesia en el banquillo

 

El profesor Livio Melina coordina a un amplio conjunto de autores e intelectuales de la Iglesia española, alemana, estadounidense y romana, provenientes del ámbito del derecho canónico y civil, la pastoral, las ciencias de la familia, la dogmática, la Escritura y la historia para glosar ampliamente los famosos “Apuntes” publicados por Benedicto XVI en el 2019.

En efecto, por aquellas semanas del 2019, ante la convocatoria de los presidentes de las grandes conferencias episcopales del mundo por el papa Francisco en Roma, para salir al paso de la creciente ola de desprestigio y de desconfianza que seguía cerniéndose pesadamente sobre la Iglesia Católica, el papa emérito decidió aportar unas palabras de análisis, claridad y de consuelo.

En realidad, el discurso breve y sintético del papa emérito, releído en la actualidad, es más que suficiente para derrumbar de raíz la difamación y la calumnia con la que se estaban aireando muchos de aquellos casos, algunos de ellos sucedidos hacía ya más de cuarenta años.

Indudablemente, el dinero de la campaña se terminó, las medidas tomadas por el magisterio de la Iglesia surtieron efecto y la pandemia vino a ocupar las páginas de los diarios durante los dos años siguientes. Pero el daño estaba hecho y era muy grave, pues la desconfianza todavía hoy es latente en algunos ambientes (10-11, 14) y, por tanto, es importante como explica el profesor Livio Melina, coordinador del trabajo, glosar los textos del santo Padre y dejar bien definida la cuestión por si renace con inusitada violencia a modo de la famosa y anunciada cuarta ola que no terminó de llegar.

Evidentemente, la cuestión de fondo es que, como ha recordado recientemente el profesor Jorge Miras de la Universidad de Navarra si se podía tener fe en la Iglesia antes de conocerse esos hechos, no hay problema que valga que impida tener confianza en la Iglesia en la actualidad. Es claro que estamos ante la realidad de la esposa de Cristo sostenida por el Espíritu Santo y destinada a durar hasta el final de los tiempos. Como recuerda Benedicto XVI: “La Iglesia despierta en las almas” (44).

La cuestión de fondo, por tanto, es recordada por el Concilio Vaticano II cuando se alude a la Iglesia santa y a la vez necesitada de reforma, pues evidentemente, la santidad de la Iglesia necesita vidas santas que la hagan suya y sirvan de modelo y ejemplos para todos en cada etapa de la historia. Cuando desciende el nivel de santidad, por acostumbramiento o mil motivos de la debilidad humana y de las corrientes culturales del momento como la revolución del 68 en el mundo occidental, se pueden llegar a profundas incoherencias y graves errores personales (16).

Precisamente, en este caso se trataba de los más débiles, los niños preferidos de Señor (38), lo que produce mayor dolor y escándalo (149, 186), y requiere revisar lo que haga falta para recuperar la centralidad de la caridad (69, 112).

José Carlos Martín de la Hoz

Livio Melina (ed), La Iglesia en el banquillo. Un comentario a los “Apuntes” de Benedicto XVI, ediciones Didaskalos, Madrid 2021, 329 pp.