La Iglesia en el reino de Castilla (711-1475)

 

El profesor de Historia Medieval de la Universidad de Cantabria, José Ángel García de Cortázar y Ruíz de Aguirre, reúne en este magnífico manual retrospectivo los grandes hechos de la vida de la Iglesia y de la jerarquía en Castilla, desde su renacer después de la invasión musulmana del 711, hasta la llegada de los Reyes Católicos al reino de Castilla.

Previamente, nuestro autor se detendrá en una apretada síntesis que abarcará desde la llegada del cristianismo a la lejana Hispania y el “finisterrae”, su asentamiento, primeras comunidades y el cruel enfrentamiento de los romanos con los visigodos arrianos hasta la conversión de Recaredo y los grandes concilios de Toledo. En esta primera síntesis hay una opinión excesivamente optimista del desarrollo del cristianismo frente al arrianismo desde san Isidoro de Sevilla hasta el 711, por la sencilla razón de que la orografía hispánica no permitió la nueva evangelización de los arrianos, ni fue tan rápida la cesión de los obispos arrianos de su poder. De hecho, gran parte de la expansión del Islam por la península se debió indudablemente al apoyo de los judíos y de los arrianos que entraron en connivencia con las nuevas autoridades civiles y religiosas (73).

Por continuar con la temática musulmana, hemos de hacer notar que la exposición de los mártires de Córdoba en tiempos de san Eulogio de Córdoba, sucedió en el momento en que se estaba produciendo la conversión por deslizamiento al Islam de la comunidad mozárabe, especialmente de los jóvenes. Ante la ausencia y ocultamiento de signos externos ni en la vida ni en la Iglesia de la verdadera fe; campanas, crucifijos, cantos, imágenes, etc., aquellos cristianos intentaron rebelarse de la opresión y hostigamiento a la que estaban sometidos.  La acusación de mártires voluntarios que realiza este autor (75, 86) es cuando menos superficial, incluso la acusación de comportarse como suicidas (87), cuando en realidad lo que buscaban era romper el cerco y buscar la libertad religiosa que de hecho tanto ansiaban.

Asimismo, está muy bien delineado el inicio de la cristiandad en las tierras reconquistadas; Asturias, Galicia, León. De hecho al unir Covadonga con la tumba del Aposto Santiago y permitir las rutas jacobeas, posibilitaron devolver a Hispania a Europa y acometer la Reconquista (85,89).

Está muy bien estudiado, aunque de modo muy somero, la expansión de los monasterios en el Norte y en Castilla, León y Aragón como cabezas de puente de la evangelización y consolidación de la nueva Castilla y León, pues el Cister lo que hizo fue evangelizar el campo (100, 104-105). En el siglo XI penetró la reforma Gregoriana en España con la supresión del rito mozárabe y la inclusión de los nuevos reinos en el rito latino y romano (132), así como el asentamiento de la reforma cluniacense en castilla, navarra y león con monasterios propios y con la renovación de los anteriores. Finalmente, fueron floreciendo las Universidades, algunas tan famosos como el de Salamanca, cuyos estatutos fueron iluminadores de tantas universidades en Europa y América.

José Carlos Martín de la Hoz

José Ángel García de Cortázar y Ruíz de Aguirre, La Iglesia en el reino de Castilla en la Edad Media (711-1475), ediciones Marcial Pons, Madrid 2021, 398 pp.