La invasión mística

En el interesante trabajo de conjunto del profesor e historiador francés Michel de Certeau (1925-1986), que ha editado recientemente la editorial italiana Jaca book, con título de “En el lugar del otro”, dedica bastantes páginas a caracterizar la historia de la espiritualidad en Francia durante el siglo XVII.

Es muy interesante que precisamente haya sido Francia quien tome el relevo en la historia de la Iglesia, en la historia de la teología y de la espiritualidad de España y del siglo de Oro de la mística castellana y de los frutos de la fecunda escuela Teológica de Salamanca,

Es interesante que, ya desde las primeras páginas, nuestro autor comience su interesante y profunda investigación, recordando que en el siglo XVII se produce en Francia una verdadera “invasión mística” (200).

El profesor Certeau se refiere lógicamente en primer lugar a los abundantes conventos del carmelo reformado de Santa Teresa que se instalarán en el país galo y que van a producir una pléyade de santas y levantarán indudablemente la temperatura espiritual de Francia y de Europa.

Además, surgirán santos franceses en las órdenes y congregaciones religiosas e instituciones, en los seminarios diocesanos, en el episcopado y en la movilización general del Espíritu Santo: “Francisco de Sales, el Padre Coton, San Vicente de Paul, el Maestro Olier” (200).

Enseguida añadirá otros más como Berulle, la impresionante polémica de Bossuet y Fenelón, las hijas de Santa Teresa de Jesús y de Catalina de Génova, de Magdalena de Pazzi, que hablan de una gran intensidad de amor de Dios, a los que denomina de modo muy gráfico: “los santos amantes” (201).

Paginas después, se atreverá a poner en conexión a través de los místicos españoles que se traducen en el país vecino, a la escuela renano flamenca de espiritualidad en la que ellos se inspiraron con la nueva espiritualidad francesa que cubrirá ese tiempo largamente, aunque también tenga sus conflictos con las monjas de Port Royal y las desviaciones jansenistas (202).

Inmediatamente se referirá a un fenómeno muy francés de ese periodo, que trascendió a otros muchos ámbitos europeos: la revalorización de la figura de los directores espirituales. Primero por quedar reflejada en la santidad de vida y las obras publicadas. Pero también, con todas las salvedades, pues los más importante es la acción del Espíritu Santo en su gracia y sus dones y, después, en la docilidad de las almas a la acción del Espíritu: directa con las mociones e indirecta a través de la dirección. En el primer sentido expuesto, nuestro autor hablará de maestros de la talla de Santa Juana de Chantal, que se dirigía con el primero (203).

José Carlos Martín de la Hoz

Michel de Certeau, Il luego dell’ altro. Storia religiosa e mistica, ed. Jaca book, Milano 2018, 363 pp.