La originalidad de Nicolás de Cusa

 

La lenta apertura de las librerías de Madrid está permitiendo volver poco a poco a realizar circuitos que verdaderamente permiten disfrutar doblemente de los libros que se han ido publicando: por una parte, de las novedades acumuladas en 100 días de encerramiento (demasiado tiempo y demasiado amarrones, pues durante XX siglos nuestros antepasados solo hacían cuarenta días de estar escondidos), pero también de otros muchos libros que habían pasado sido editados anteriormente y que habían pasado desapercibidos.

Precisamente, la obra escrita por el jurista, teólogo, arzobispo además de que fuera diplomático, consejero de la santa Sede y gran intelectual, es decir, el cardenal italiano Nicolás de Cusa (1401-1464), resulta realmente original. Entre los libros publicados en vida existen títulos muy interesantes; sobre la “docta ignorancia”; “sobre paz”; “Las conjeturas”, etc., deseamos ahora fijarnos en el tratado sobre la mente. Una obra que es una realmente una joya auténtica, tanto por el contendido, como por la presentación, por la cuidada edición y por el precio.

El estudio de la teoría del conocimiento que aporta nuestro autor en la mitad del siglo XV puede parecer a primera vista poco original, para un conocedor de la filosofía escolástica, del tratado de Anima de Santo Tomás o del de Veritate, es decir, la auténtica Filosofía de la sabiduría (14).

Verdaderamente, resulta original escribirlo en tiempos del conciliarismo y de la extensión abrumadora del nominalismo Ockhamista y la de su fiel discípulo Guillermo Biel, ambos tomadores reales de las cátedras de Teología de las grandes universidades europeas de París, Oxford, Salamanca o Bolonia por mencionar solo las más importantes del momento. Originalísimo es, asimismo, descubrir a un diplomático de la categoría del cardenal de Cusa empeñado en la unidad de la Iglesia, ayudando al papa Pio II, su gran amigo y a Eugenio IV del que fue fiel colaborador para culminar el Concilio de Basilea, Ferrara y Florencia y dirigir la embajada romana que se trasladó a Constantinopla o Bizancio para aplicar los decretos y estudiar sobre el terreno la colaboración de occidente ante la inminente caída del imperio.

En la obra más cuidada del cardenal Cusano, la “Cribatio Alcoran”, donde el cardenal intenta hacer caer a los musulmanes que pueden directamente escudriñar los contenidos del Corán para Jesucristo y quedar prendados de su figura y de su invitación a una relación personal que les llevará a la plenitud de la Revelación que es Jesucristo y que dejó depositada en la Iglesia Católica para su conservación, profundización y trasmisión. No deja también de ser muy original verle sacar tiempo para corregir pruebas y para comprobar que se entendían los pasajes de una obra fundamental como es el tratado de la mente (1450), pues sólo el conocimiento puede llevar al verdadero amor y toda la extensa vida intelectual y diplomática solo se entienden por su amor a Jesucristo y a la Iglesia.

José Carlos Martín de la Hoz

Nicolás de Cusa, Sobre la mente, edición de Jordi Quingles, ediciones José J. de Olañeta, Editor, Barcelona 2019, 244 pp.