La renovación de Keynes

 

La Teoría general de ilustre economista Lord J.M. Keynes (1883-1946), consiste en un conjunto de trabajos que versan sobre la ocupación, el interés y el dinero, y que fueron publicados entre los años 1931 y 1933. Finalmente, recopilados por el que fuera profesor de la Universidad de Cambridge y empresario, y de quien tuvo una particular importancia en la Royal Economic Socity.

La edición que ahora presentamos fue revisada por Lord Kahn, albacea, viejo amigo y sustituto en la Economic Journal, y se ha convertido, con el paso del tiempo, es una de las obras de teoría económica más importantes y famosas de la historia de esta ciencia y ha sido editada muchas veces y traducida a las principales lenguas del mundo desde que se publicaran por primera vez en los años treinta del siglo pasado, los complejos y fluctuantes trabajos (299).

No deja de ser interesante volver a releer este texto pues, aunque muchos de sus análisis estén ya muy sobrepasados y, sobre todo, su fundamentación matemática claramente desfasada y superada, conservan el frescor del estudio directo, sencillo, aparentemente incontrovertible, llenos de sentido común y, también, colmadas de un alto grado de improvisación, de simpleza, de falta de sustento sociológico y científico. Por ejemplo, cuando señala las dificultades para escribir de economía afirma que hay tres problemas: “la elección de las unidades cuantitativas apropiadas a los problemas del sistema económico en su conjunto; segundo, el papel desempeñado por las expectativas en el análisis económico; y tercero, la definición de ingreso” (65).

A la vez, sorprende la honradez con la que afirma la escasez de datos fiables, de estudios y trabajo serios en su tiempo tanto de antropología, mercado, psicología como de sociología, para poder trabar conclusiones más certeras, de modo que podamos avizorar mejor las futuras y periódicas crisis de la economía: “hay un cierto grado de regularidad en la secuencia y duración de los movimientos ascendentes y descendentes” (300).

Precisamente, lo que ha hecho que este trabajo se haya quedado obsoleto es lo mismo que le hizo famoso: el paso del tiempo. Pues si la teoría clásica contra la que Keynes arremete duramente (42), dará paso a la visión de los economistas como él, pronto la globalización incipiente de la economía de mercado en el siglo pasado y la estabilidad política que proporcionaba la democracia en el mundo occidental facilitó que los análisis económicos como éste pudieran ser aprovechados y aplicados en otros lugares del mundo. Pero, a su vez, la propia globalización ha sido tan rápida que ha dado lugar a nuevos problemas y a nuevas y complicadas teorías, con sus propios análisis matemáticos y sociológicos, que dejado a Keynes y los suyos marcada y nuevamente superados.

En cualquier caso, la vejez de las teorías económicas, basadas en la libertad y la costumbre de los hombres siempre será cambiante. Por ejemplo, la sencilla distinción entre factores objetivos y subjetivos (110). En el prefacio de su obra afirmaba el propio Keynes: “su principal objeto es ocuparse de las difíciles cuestiones de la teoría, y sólo secundariamente de sus aplicaciones prácticas” (17).

José Carlos Martin de la Hoz

J. M. Keynes, Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, ed. Fondo de cultura económica, México 2017, 413 pp.