La salida de la crisis

 

Es un hecho constatado tato en las visitas a las librerías, como en la lectura de los elencos de las obras publicadas por las grandes editoriales humanísticas, el creciente interés por el estudio de los grandes filósofos europeos de los siglos XIX y XX. Es más, no sólo no ha decaído, sino que parece haber encontrado un verdadero renacer en los ensayos de filosofía de comienzos de este siglo XXI.

Para muchos de nuestros intelectuales, es en ellos donde deben buscarse las ideas para salir de la crisis y de modo instintivo los releen como si estuvieran buscando la salida a la actual crisis del pensamiento, mediante la relectura de los grandes pensadores de la modernidad.

De hecho, no solo son abundantes las reediciones de las obras de estos autores, tanto a nivel docente como en ediciones críticas y, además, se están publicando ensayos trasversales que ayudan a conocerlos, descubrir sus errores y aprender de sus enseñanzas como, por ejemplo, el libro de éxito en ventas del alemán Wolfram Eilenberger, denominado “Tiempo de Magos” que reúne la intensa vida filosófica en Centroeuropa en la década de 1919-1929.

Precisamente, en la línea de trabajos trasversales que ponen en relación a unos autores con otros, mediante el enfoque de problemas comunes, podría encuadrarse el singular ensayo del profesor de filosofía contemporánea de la UNED, Ramón del Castillo, quien acaba de editar un inteligente estudio sobre los grandes filósofos contemporáneos y su relación con la naturaleza. Aclaremos enseguida que no es un libro de ecología ni de filosofía de la naturaleza, sino del arte de inspirarse y de encontrar en la soledad de un paseo la fuente para conocer un problema, descansar, o la luz de salida de un nudo mental. Es más, la solución de la crisis del pensamiento ha de venir por la meditación y reflexión; la recuperación de la confianza en la razón y, por tanto, la superación de la dictadura del relativismo.

La lectura de este ensayo puede ayudar al lector a buscar conocer con hondura a los forjadores de la posmodernidad. A través de los largos comentarios de Nietzsche, sobre los paseos por el campo, se puede descubrir la importancia de la meditación que en esos paseos se propicia. Como dice el propio Nietzsche: “han pasado los tiempos en los que la Iglesia monopolizaba la meditación y la vita contemplativa debía ser, ante todo, vita religiosa: y todo cuanto ha construido la iglesia expresa ese pensamiento”. A lo que comenta nuestro autor de modo exagerado: “Si Nietzsche huyó de las ciudades en parte fue porque sentía el poder que el cristianismo ejercía sobre el espacio, tanto interior como exterior” (49).

Es interesante, el extenso tratamiento de Heidegger que introduce nuestro autor, pues parece indicarnos sus largos e importantes tratados está la crisis, para dar con la clave sobre todo, de sus paseos por la selva negra: “ha hechizado a muchos filósofos, sobre todo los propensos a la prosopopeya y los que dicen vivir sin Dios pero no parecen capaces de vivir sin misterios” (60).

José Carlos Martín de la Hoz

Ramón del Castillo, Filósofos de paseo, Ediciones Turner, Madrid 2020, 294 pp.