He leído en algún lugar que en Alemania se han cerrado varias iglesias. Dejémoslo en más de cien. Quizá en el mismo lugar o en otro artículo decían que, también en Alemania, habían abandonado el sacerdocio no sé cuántos sacerdotes. Son noticias tristes y da la impresión de que hay quienes están empeñados en dar a conocer.
Lo que yo veo, cerca de mí, en la ciudad que vivo, en Madrid, es que hay mucha afluencia de fieles en las iglesias. Esto podría ser bastante normal si pensamos únicamente en las misas de los domingos. Hoy por hoy, todavía hay mucha gente que asiste cada domingo a la Santa Misa. Pero no me quedo ahí puesto que quizá lo que más llama la atención es la cantidad de fieles que asisten a la eucaristía a diario.
En Madrid hay muchas iglesias que tienen celebración eucarística entre semana a las siete y media, a las 7:25, o a las 7:20 de la mañana. De todo esto he oído hablar. Son misas estratégicas, bien pensadas, para que la gente, después de la misa, pueda ir a su trabajo. No son cuatro o cinco fieles quienes asisten, son iglesias llenas, son largas filas para comulgar.
Si alguien duda de esta afirmación yo puedo darle los datos exactos de lugares donde esto puede verse. No sé si ocurre igual en otras ciudades, pero es una realidad indiscutible en Madrid. Es estupendo comprobar que hay vida cristiana, que no se reduce a cumplir con la obligación de la misa dominical. Muchos fieles que, cuando asisten a la celebración eucarística, si hay algún sacerdote disponible en el confesionario, se confiesan. Que hay muchos, muchos, que comulgan a diario.
Todo esto es fácil de comprobar, porque no es ningún secreto ni ninguna cuestión rara sino que está extendido por toda la ciudad. Me parece que es conveniente conocer estas cosas así, porque lo más llamativo en la prensa son las noticias truculentas, los fallos de los sacerdotes que no funcionan bien, etc. Es bueno y es aleccionador y anima a muchas personas a seguir viviendo en cristiano, que es lo mejor que pueden hacer tantas personas que tienen esa fe, y que se han bautizado, que han hecho su primera comunión, que se han casado correctamente.
Alguno pensará que se trata de ancianitos, que es algo que tiene que ver con personas mayores, pero ya se entiende que si la misa es temprano es precisamente porque luego hay que ir a trabajar, por lo tanto no son precisamente jubilados, que también van, pero otras horas más tranquilas.
Hoy es fácil caer en el pesimismo, pero hay muchos motivos para pensar en un renacimiento de la fe cristiana en bastantes ambientes. Que hay gentes muy comprometidas con la fe de la Iglesia, empeñadas en vivir su fe, en una buena formación. La realidad es que la vida cristiana, bien vivida, con la alegría de estar junto a Dios, resulta muy atractiva, quizá sobre todo para mucha gente joven. Quizá en contraste con tanta inmoralidad como existe en la sociedad.
Se podría pensar que ante esa inmoralidad, tantas cosas que se pueden ver en la televisión o en películas que son muy lejanas a la vida cristiana, hay quien reacciona, y no son pocos. Ante el empeño de educar mal en algunos colegios, con personas que quieren destrozar las vidas de los niños con doctrinas antinaturales, ante estas cuestiones peligrosas, hay más preocupación de reacción, de poner en claro cuál es el modo de vivir de una persona normal, especialmente con una visión cristiana. Son muchos los que quieren reaccionar, y se nota.
Ángel Cabrero Ugarte