La vida en Cristo

El cardenal arzobispo de Bolonia y profesor de Teología Moral Fundamental, Carlos Cafarra (1938-2017), fue uno de los grandes autores de la renovación de la teología moral después del concilio Vaticano II y tuvo una gran influencia en la redacción de los capítulos sobre dicha materia en el Catecismo Romano de san Juan Pablo II.

También, colaboró con el entonces cardenal Ratzinger y otros importantes moralistas contemporáneos para sintetizar y profundizar los estudios de teología Moral Fundamental que fueron incorporados a la Encíclica Veritatis Splendor, una de las piezas maestras del fecundo Pontificado de San Juan Pablo II.

 Asimismo, hemos de recordar que el cardenal Cafarra trabajó en la puesta en marcha y orientación del Instituto san Juan Pablo II para la familia que ha sido tan importante para renovar la moral conyugal católica en el mundo entero.

También, junto a muchos artículos de investigación, redactó a finales de los años ochenta un libro de teología moral que fue traducido a las principales lenguas y en donde recogía de un modo sintético la riqueza de su pensamiento teológico y la síntesis de su aportación a la teología.

El título del trabajo era muy significativo de la materia que deseaba abordar: la vida en Cristo. Es decir, la verdad de la plena identificación, del vivir juntos, de la experiencia vital, de la donación continuada a la persona amada.

De hecho, el libro comienza con el encuentro de Jesús con cada uno de los discípulos. Con las tres características: primero es Jesús quien llama, segundo la enseñanza no versa sobre un libro, sino sobre su persona y tercero siempre El será el maestro y ellos los discípulos (19-20).

Inmediatamente, nos recuerda Cafarra que después de la convivencia de tres años con el Maestro: “los discípulos habían tenido la experiencia de una realidad que, desde entonces les poseerá para siempre: precisamente la experiencia de la vida con Jesús (…) les había introducido en una nueva manera de existir” (20). Asimismo, nos recuerda el cardenal Cafarra que junto a la alegría y el gozo del impacto de la llamada y de la vida en Cristo a lo largo de aquellos años, era preciso que atravesaran la prueba de la cruz, para la plena realización e identificación: “Participamos pues de la muerte de Jesús para pasar a una vida que ha destruido el pecado y nos hace vivir en comunión con el resucitado. Muertos al pecado, vivimos para Dios en Cristo Jesús; esta es la condición en la que el bautismo nos ha introducido” (22).

Un libro que requiere ser leído y releído frecuentemente.

José Carlos Martín de la Hoz

Carlo Cafarra, Vida en Cristo, ed. Eunsa, Pamplona 1988, 236 pp.