Las ideas tienen consecuencias



Weaver fue uno de los pensadores católicos americanos más influyentes en la mitad
del siglo XX. En este trabajo, publicado en 1948 al término de la Segunda Guerra
Mundial, trataba de realizar análisis de las raíces de la situación
imperante en el pensamiento del mundo Occidental del momento.


Su primera preocupación radica en el nominalismo ocamiano y sus consecuencias finales, tal como muestra en
este párrafo: "La única salvación posible reside en el cultivo de la contención
que las ideas imponen. Pero si queremos que nuestras ideas no añadan aún más
confusión, hemos de armonizarlas con nuestra visión. Así, nuestra tarea se
parece mucho a la forja de un vínculo entre fe y razón, en una época que ha
dejado de comprender el significado de la fe" 8p.48).


Derivado de Ockham y de la
perdida de la verdad estaría la falta de perdón entre los hombres: "El
resentimiento, como ha demostrado Richard Hertz, puede terminar siendo la
dinamita que vuele por los aires el edificio de la sociedad occidental" (p.59).
Y, más claramente en el individualismo que estaba inundando el mundo entero: "En ausencia de
verdad no hay necesidad que valga: esta sola
observación debería bastar para poner al egoísta en su verdadero lugar" (p.92).


Otra de las consecuencias del individualismo de la
sociedad industrial sería la desaparición de los gremios: "El artesano de
antaño se tomaba su tiempo, consciente a la vez de que la perfección es inmune
al tiempo y de que la chapuza delata una personalidad endeble" (p.93).


Seguidamente, muestra las consecuencias de que quien
domine el mundo sea el pensamiento económico: "Los políticos y los hombres de
negocios no están interesados en salvar almas, por más que si lo estaban en
preservar un mínimo de organización, de la que dependen sus cargos y
beneficios. Estos líderes han adoptado la solución progresista a su problema,
que consiste en desprenderse de la religión y reemplazarla por la educación,
pensando que será igual de eficaz" (p.114).


Finalmente, realiza un desesperanzado ataque a la
libertad de prensa (p.125 y ss): "En definitiva, la
esperanza de que la prensa, el cine y la radio pudieran redimirse informando de
verdad al público no pasa de ser un engaño" (p.133).


Como resumen el propio Weaver:
"Nos hemos dedicado a observar las diversas etapas del descenso al caos del
hombre moderno. Desde las primeras cesiones al materialismo, hemos podido ver
cómo las consecuencias de este proceso, tan lógicas como el hecho de que unas
conclusiones se desprendan de unas premisas, han conducido al egoísmo y la
anarquía social que actualmente imperan en el mundo" (p.156).


Los años no pasan en balde y el análisis y las soluciones
aplicadas a la actualidad serían muy distintos. En suma el libro ha perdido
gran parte del interés que en su día suscitó.


 


José Carlos Martín de la Hoz


 


Richard M. WEAVER, Las ideas tienen consecuencias, ed. El buey mudo, Madrid
2011, 220 pp.