Las locuras del amor

 

Afirmaba San Bernardo de Claraval en el prólogo de su famoso tratado “De diligendo Deo”, sobre “la práctica el amor a Dios”, que debió de componer pocos años después del 1126 que: “La medida del amor es amar sin medida”. Es decir, que en cuestiones de amor siempre se puede y se debe ir hacia una donación mayor e incondicionada de nuestro propio yo,

Es interesante que San Bernardo, uno de los grandes maestros de la Teología espiritual, denominado por algunos el último de los Padres de la lglesia, sitúe el nivel del amor en general tan extremadamente alto y que lo haga, precisamente, en el prólogo de una de las obras más importantes e influyentes de todos los tiempos sobre el inmenso tema del amor de Dios.

La explicación es sencilla, puesto que ya había afirmado el Apóstol san Juan en su primera Carta que: “Dios nos amó primero” (1 Io 4, 19). Por tanto, el nivel de todo amor debe marcarlo el amor que Dios nos tiene: como su premisa, regla de actuación y de funcionamiento.

Efectivamente, sobre esta materia del amor de Dios y el amor de los hombres han versado muchos tratados a lo largo de la historia de la espiritualidad, así como de la literatura ascética, pero siempre resulta muy difícil de explicar o poner por escrito lo inefable de la experiencia del amor de Dios y al prójimo de modo que sea accesible a quienes desean vivir a fondo el mandamiento Nuevo de la Caridad que la Iglesia ha recibido y pregonará hasta el final de los tiempos.

Un nuevo fruto de esos intentos de plasmación escrita de la experiencia viva del amor de Dios en la predicación cristiana (8),es el que ahora presentamos con el breve tratado o recopilación de meditaciones, redactado durante la reciente pandemia, por el conocido sacerdote Simón Sagastibelza, quien lleva muchos años trabajando con jóvenes de toda clase y condición en Madrid.

El esquema y objetivos de este trabajo, tal y como queda expuesto desde el Prólogo del autor (11-12), resulta muy sencillo de seguir y de orientarse, pues ha quedado articulado como breves textos para meditar sobre las locuras del amor de Dios a los hombres (13-45), de locuras de los primeros apóstoles y discípulos (47-84) y, finalmente, de las locuras de los santos a lo largo de la historia (85-125).

El estilo de la obra está marcado por la sencillez y el servicio a los textos de la Sagrada Escritura, que constituyen la base del trabajo. El autor señala desde las primeras líneas que la mayoría de las palabras recogidas en este ensayo proceden de la predicación oral  que está en la base de este trabajo.

El resultado es atractivo por el lenguaje, los ejemplos, y especialmente, por ayudarnos a entrar en las escenas del evangelio y en la vida de los santos que supieron, como decía san Josemaría, seguir a Jesucristo tan de cerca que con se identificaron con Él.

José Carlos Martín de la Hoz

Simón Sagastibelza, Locuras de Dios. Locuras de los hombres, Editorial Egersis soluciones, Madrid 2020, 125 pp.