Las raíces de la crisis

Entre los muchos análisis que se han hecho en estos últimos años acerca de la crisis económica que afecta a occidente, vamos a referirnos al trabajo del Profesor Ferguson de la Universidad de Harvard, historiador y economista.

La raíz del problema para el Prof. Ferguson estriba en que la crisis económica es una muestra más de la decadencia de occidente. Por eso en la introducción comienza por asentar: “El estado del bienestar no forma parte de la democracia tal como la concibieron los antiguos atenienses. (…). El estado del bienestar parece crear un número cada vez mayor de zánganos dependientes a los que las abejas obreras tienen que mantener. Asimismo, emplea a un gran número de abejas  solo para transferir recursos de las obreras a los zánganos. Y trata de financiarse acumulando promesas de futuro en forma de deuda pública” (p.27).

Desde la introducción, señalará que la decadencia está asentada en el interior del sistema y señalará a la clase política como generadora de la decadencia. De ahí, que su propuesta sea la recuperación de la iniciativa privada a través de la creación de instituciones civiles: “aunque la cultura pueda inculcar normas, las instituciones crean incentivos” (p.44). 

            El trabajo se articulará sobre cuatro líneas de fuerza. La primera, estaría en el propio sistema. A mayor abundamiento de lo señalado en la introducción, añadirá: “Las excesivas deudas públicas son un síntoma de la ruptura del contrato social entre generaciones” (p.65).

La segunda será el análisis de las causas de la crisis que provienen del sistema económico: “La clave de la crisis fueron los bancos y los bancos estaban regulados” (p.77). En cualquier caso, añade, el sistema es propenso a la crisis. También recuerda que “la peculiar esencia de nuestro sistema financiero es una confianza sin precedentes entre un hombre y otro hombre”(p.92). Así pues, concluye que ha habido “falta de regulación y  también falta de castigo” (p.97)

En tercer lugar, hablará del mundo jurídico. Para ello comparará el sistema inglés con el francés para concluir que el primero triunfó por la imposición del cumplimiento de los contratos.

Para Ferguson la esencia del crecimiento económico estriba en el imperio de la ley; sobre todo en el respeto a la propiedad privada: “Son los derechos de propiedad, más que los derechos humanos, los que resultan fundamentales” (p. 110). Y añadirá que: “los sistemas regidos por el derecho consuetudinario ofrecen mayor protección a los inversores y acreedores” (p.111). En ellos se resuelven disputas (113).

Finalmente se detendrá en el núcleo de su aportación: La recuperación de las sociedades civiles. En esa línea, el autor se muestra favorable a la educación privada, en cuanto impulsa la excelencia, mejora la disciplina y el aprendizaje de los alumnos. Lógicamente sugiere un sistema mixto, pues aunque le parece que la  enseñanza le corresponde a la sociedad civil, el estado es subsidiario (p.138).

Así concluirá que “la regeneración debe provenir de las asociaciones de la sociedad civil. En suma, debe provenir de nosotros: los ciudadanos” (p.136).

 

 

José Carlos Martín de la Hoz

 

FERGURSON, N. (2013), La gran degeneración. Cómo decaen las instituciones y mueren las economías, Madrid: Debate.