La unión entre Ediciones Taurus y la Fundación March ha vuelto a triunfar (tres ediciones) con la publicación de un grueso volumen compuesto de más de 500 páginas y con más de cien dedicadas a los múltiples anexos e índices, todo ello acerca de la cultura del siglo XIX en la vieja Europa. El autor, el historiador inglés Orlando Figes (Londres 1959), nacionalizado alemán, profesor de la Universidad de Londres y colaborador de medios de comunicación del mundo entero y autor de múltiples trabajos sobre historia de Rusia, ha sabido recopilar y divulgar magníficamente la historia de la cultura europea del siglo XIX, a través del desarrollo en la época de las grandes artes.

En primer lugar, el trabajo se articula sobre el nacimiento del ferrocarril en Europa hasta convertirse en europeo y mundial (24-28), es decir narra la rápida expansión de carriles, estaciones y las consecuencias inmediatas para el desarrollo de la vida económica, comercial, turística, con la aparición de las agencias de viajes (264), las Exposiciones Universales como la de París en 1855 (277) y, por supuesto para la difusión y globalización de la cultura por todo el continente. Por ejemplo, respecto a los libros afirmará que: “el impacto de los ferrocarriles resultó transformador en especial para el sector del libro, pues los costos del transporte experimentaron una reducción drástica” (67). Asimismo, desarrollará la problemática de los derechos de autor, la ambición de los editores y la falta de legislación para acometer las tiradas clandestinas y, por supuesto, las penurias para vivir de grandes autores como Balzac (197).

La investigación realizada por nuestro autor acerca del estado de las artes en Europa en el siglo XIX en general y en su relación con el ferrocarril le proporciona un interés muy particular; por ejemplo, nos narra que “Johan Strauss estaba encantado con las posibilidades de viajar en tren por Inglaterra y en 1838, solo entre abril y junio, su orquesta actuó en más de 30 ciudades distintas” (69). A la vez dedicará el profesor Figes muchas páginas a la historia de la música en Europa durante el siglo XIX; conciertos de Cámara (139), la gran ópera como fenómeno parisino (114), la posterior crisis de la ópera (163). Asimismo, son interesantes las páginas dedicadas a la pintura, a la aparición de las litografías que hicieron enriquecerse a algunos de los editores y artistas (234), pues la unión entre la incipiente fotografía y la pintura atravesó diversas coyunturas (226).

En segundo lugar, el recorrido cultural de este trabajo girará sobre la vida de tres interesantes personajes escogidos como hilo conductor de este amplio recorrido por la historia cultural de la Europa del siglo XIX, pues son típicos del momento y formaban una relación muy peculiar: por un lado la pareja formada por la cantante de ópera de origen español, Pauline Viardot García (1821-1910) y su marido, el escritor, agente cultural e hispanista francés, Louis Viardot (1800-1883) y el famoso y polémico escritor ruso Iván Turguénev (1818-1883), que aparecerá junto a ellos en París y Biden-Biden, en un clima de una extraña e íntima naturalidad, todo un ejemplo de que: “ningún europeo puede ser enteramente un exiliado en ninguna parte de Europa” (28).

José Carlos Martín de la Hoz

Orlando Figes, Los europeos. Tres vidas y el nacimiento de la cultura cosmopolita, ediciones Taurus, Barcelona 2020, 666 pp.