Los irresponsables

 

Sarah Wynn-Williams una joven de Nueva Zelanda, con la carrera recién terminada que trabajaba en el cuerpo diplomático en Washington y que se encandila con trabajar en Facebook y pone todos los medios para convencer a la cúpula de tan prestigiosa red social para trabajar con ellos en el desarrollo de la idea de la relación entre la red y los gobiernos del mundo entero.

Lo que comienza por ser una ilusión, una utopía y un proyecto, se convierte en un reto durante un buen número de años pues efectivamente Facebook se hizo fuerte en el mundo entero con millones de usuarios y necesitaba relacionarse al más alto nivel con los jefes de Estado.

Efectivamente, para Mark Zuckerberg su jefe y fundador, el fin de la empresa será siempre conectar con personas del mundo y compartir la vida, las fotos y los videos entre ellos.

Lógicamente, cuando se llega a tener un presupuesto mayor al de muchos países con una importancia cada vez mayor tanto de comunicación universal como de verdadera influencia, se hará necesaria la comunicación institucional.

El libro narra los problemas que tuvieron en esos años tanto en el interior de la empresa como en relación con otras aplicaciones similares y sobre todo con gobiernos de países, regímenes políticos, etc.

La autora, al narrar sin filtros las diversas cuestiones, se explaya crudamente acerca de lo salvajes que pueden ser los directivos de las multinacionales faltando a las normas más elementales de cortesía y educación con los empleados, como obligarles a trabajar días enteros sin cobrar más, con horarios que impendían la vida familiar y matrimonial más elemental.

Es lógico que la propaganda del libro afirme que los directivos de la empresa no quieren saber nada de la autora y que por supuesto no la han denunciado pues todo lo que se narra es verdad.

Conviene leer este trabajo para aprender lo que es un genio excéntrico, amoral, loco, egoísta y cruel, pero también de todo lo que no se debe hacer cuando se gobierna una empresa pues por encima del dinero y del poder está la dignidad de la persona humana.

No he tenido que borrarme de Facebook pues sencillamente dejé de entrar al día siguiente de suscribirme y no he tenido necesidad de perder el tiempo con esta aplicación. Pero, si la hubiese tenido, me habría borrado de inmediato.

José Carlos Martín de la Hoz

Sarah Wynn-Williams, Los irresponsables. Una historia real de poder, codicia y falso idealismo, Península, Barcelona 2025, 459 pp.