Mentalidades y economía

 

Han pasado muchos años desde que Max Weber estableciera su famosa tesis acerca del calvinismo como motor de la economía y raíz de los principios del capitalismo en el siglo XVI en Europa. Asimismo, han sido muchas las críticas de fondo acerca de esa teoría que se hicieron y se siguen haciendo. Deseamos ahora recordar un breve artículo publicado por el profesor de la Facultad de derecho de la Universidad de Sevilla, Bartolomé clavero, cuando era un joven profesor de la Facultad de derecho de Jerez.

En concreto, deseamos referirnos a la distinción que realiza Clavero entre usura e interés, o dicho de otro modo entre beneficio aprovechándose de la situación de penuria de un cristiano, frente al pequeño interés como contraprestación o complemento proporcionado. Por tanto, hablamos de una moral de principios, de cuestiones de conciencia, de condiciones sociales cambiantes.

Precisamente el derecho canónico hace referencia a que esas formas usurarias están llevando a la pérdida del capital de muchos cristianos que acaban por dejar de dar sus diezmos a la Iglesia por estar hipotecado por la usura y perder la propiedad (83).

Es interesante, dicho sea de paso, la mezcla de paradigmas y anacronismos que realiza el autor al estudiar este asunto; hablar de estudio de mentalidades, rentas inferiores, el colmo es el siguiente resumen de la cuestión: “afirmación estructural de la renta, y negación doctrinal del beneficio” (83)

No estoy conforme con la afirmación de nuestro autor de que la Iglesia Católica haya abandonado a su suerte a la moral económica (88) sino que la ha situado donde debe estar: en la rectitud de intención, de modo que cada cristiano mercader debe procurar buscar el bien de la familia, de la sociedad y de la Iglesia más que el beneficio por el beneficio.

La moral económica del siglo XVI lo que expresa, por el contrario, es un deseo de reconocer el campo de la mercaduría como una actividad lícita y provechosa para el Estado, la Iglesia, la familia y la sociedad. El problema es, por tanto, personal, por eso hay que formar la conciencia de los confesores y de los mercaderes.

La cuestión de fondo es la mentalidad. Como si realmente hubiera radicado en un cambio de mentalidad mezcla de teológico, jurídico y social y con eso estaría resuelto el problema de la usura y los orígenes del capitalismo.

José Carlos Martín de la Hoz

Bartolomé Clavero, Religión y derecho. Mentalidades y paradigmas en Historia. Instituciones. Documentos, 11 (1984), Universidad de Sevilla, 67-92.