El próximo 17 de octubre, se cumplirán cien años del nacimiento del escritor vallisoletano, fallecido en 2010. Con este motivo, el pasado 17 de septiembre, se inauguró la exposición que se puede visitar hasta finales de noviembre en la Biblioteca Nacional. De hecho, estaba prevista para la pasada primavera, pero la pandemia y sus consecuencias han motivado el retraso.

La exposición merece la pena. Tiene dos ejes: el biográfico y el literario, aunque lógicamente se superponen a menudo. El entorno familiar del escritor fue sin duda decisivo, como se aprecia en las fotos, en los testimonios de algunos de sus siete hijos o en los del propio escritor sobre Ángeles de Castro, su mujer, que falleció en 1974. Su pasión por la caza y la pesca y la preocupación por el cuidado de la naturaleza son otras facetas que se destacan.

Miguel Delibes es conocido sobre todo como de novelista, pero aquí se nos muestran también sus etapas como profesor, las colaboraciones como caricaturista y la importante labor periodística que desarrolló durante varias décadas, sobre todo en los años en que fue director de "El Norte Castilla". No menos interesante es el ingente número de cartas que escribió a lo largo de su vida.

Lógicamente el grueso de la exposición se centra en la obra literaria, pues se muestra el proceso de cada novela desde que ganó el Premio Nadal con La sombra del ciprés es alargada hasta El hereje, la última que escribió: manuscritos, ejemplares de ediciones variadas, testimonios de otros escritores, correspondencia con editores, información sobre las versiones teatrales o para el cine de algunas de sus obras, etc. Y los numerosos premios y homenajes recibidos, entre los que hay que destacar el ingreso en la Real Academia Española, el Premio Cervantes y el Premio Príncipe de Asturias.

La exposición da fe de una persona honrada, coherente con sus principios, preocupada por los problemas de la humanidad, que fue un gran escritor, cuya personalidad se refleja en sus personajes y en el empeño casi notarial por cuidar y preservar la lengua de su tierra. De sus obras, todas de alto nivel literario, destacaría: El camino, Las ratas, Diario de un cazador, La mortaja, Viejas historias de Castilla la Vieja, Cinco horas con Mario, Los santos inocentes, por citar algunas.

Luis Ramoneda