En este libro, el escritor, poeta y filósofo Jon Fosse (Noruega 1959) dialoga largamente con el teólogo Eskil Skjeldal acerca del camino seguido hasta su conversión al catolicismo en el año 2014.
El libro es, por tanto, consecuencia de largas conversaciones entre ambos que traslucirán la gracia de Dios y los intrincados caminos que Dios sigue hasta cautivar un alma. Eso sí, siempre en camino de libertad y confianza (11).
El trabajo, lógicamente reflejará una mezcla de estilo literario por escrito, fruto de largos correos electrónicos y de la trascripción por escrito de los debates orales mantenidos. El objetivo está cumplido: expresar el alma del converso y su itinerario personal de fe.
En cualquier caso, la crisis existencial en la que estaba sumido Jon Fosse nos recuerda que, como dice el refrán castellano: “sin amor no se puede vivir y sin familia no hay quien aguante”. Por eso, Dios se fue metiendo en su vida hasta llevarlo a la entrada en la Iglesia católica y al conocimiento y al amor de una mujer católica que le está ayudando a encontrar un amor humano y divino tras la boda católica y la participación en familia de la eucaristía.
Nos recuerda Jon Fosse el viejo lema griego de “conócete a ti mismo” que es perfectamente compatible con el lema católico de “olvídate de ti mismo con el que se construye la familia, que es definida en el catecismo de la Iglesia como una comunidad de vida y amor (56).
Precisamente, al sacramento de la eucaristía, la santa Misa y la liturgia dedicará nuestro autore muchos pasajes de este libro: “silencio cargado de una gran densidad de sentido” (66). A lo que añadirá que la eucaristía es un “drama sagrado” (80).
Seguidamente, nos hablará en primera persona de la necesidad de la rebeldía en la sociedad actual para presentarse como católico y, por tanto, para negarse a seguir el pensamiento débil y colectivista, políticamente correcto y afirmar el sentido de la trascendencia y la humildad de reconocer nuestros pecados en el sacramento de la confesión (84).
Especialmente interesante, es la defensa de la bondad de Dios y de su respeto a la libertad del género humano, aunque suceda el problema del mal en el mundo, especialmente en situación tan dramáticas como Auschwitz (101).
Finalmente, como buen artista se referirá al camino de la belleza para llegar a Dios y su reflejo en las obras de arte del propio Jon Fosse, autor de fama internacional, con galardones importantes (122).
José Carlos Martín de la Hoz
Jon Fosse, Misterio y fe. Una conversación con el teólogo Eskil Skjeldal, En debate-Penguin Random House, Barcelona 2025, 166 pp.