Pensar diferente

 

El profesor y ensayista italiano Diego Fusaro, director del departamento de filosofía política del Instituto estratégico y político de Milán, ha redactado un interesante manual de resistencia ante el acostumbramiento y la uniformidad que marca la dictadura marxista del relativismo.

Es interesante descubrir cómo nuestro autor toma posiciones muy claras desde el principio: “El hombre en cuanto animal que disiente, siempre toma posición con respecto al poder establecido y al orden simbólico dominante. Como ya sabía Spinoza nunca habrá un poder tan generalizado y omnipresente hasta el punto de extirpar del hombre definitivamente su capacidad para resistir y oponerse, para protestar y rebelarse” (13). De hecho, el propio Spinoza terminó por ser hereje del cristianismo, del judaísmo y de su propio sistema.

Fusaro no lo afirma, pero todos lo hemos leído en el “de civitate Dei” de san Agustín, que Dios ha dejado a los hombres la organización de la ciudad terrena, por tanto, es ridículo alterarse al comprobar que existe el disenso y, también, que existe la pereza mental: puesto que hay dos tipos de hombre, el “homo sapiens” y el “homo faber”. Enseguida, acudirá al sentido de la libertad y al sentido de la verdad que cada uno se haya construido (14) y en el libro que ahora estamos tratando nuestro autor parece que no ha terminado de superar la influencia de Gramsci y de Kant, seguramente debido a sus trabajos de juventud (15). En ese sentido su primer posicionamiento acerca de la herejía y del pecado original son superficiales y deudores de Fromm (25).

Así pues, inmediatamente el profesor Fusaro recurrirá ampliamente a Spinoza, quien como hemos señalado propone el disenso total y constante “siempre que se respeten las leyes vigentes y el orden constituido, aunque se cuestione en el plano teórico. En ello radica la libertad de filosofar y decir lo que cada uno piensa” (32).

Seguidamente, aterrizará en la realidad, caracterizada por Hegel y su famosa “igualdad de la irrelevancia” con la que critica al hombre masa: “todos sienten, piensan y quieren del mismo modo. La humanidad se divide en una multiplicidad caleidoscópica de átomos en serie, cualitativamente iguales e intercambiables” (38). Efectivamente el hombre masa abandona el disenso “sin reprimir sus manifestaciones” (39).

Otra presentación del mismo problema, lo articulará nuestro profesor con el argumento de que “no hay disenso si no hay consenso” (41). Enseguida afirmará de modo muy pesimista y siguiendo a Nietzsche: “nuestro tiempo se ha vuelto tan oscuro que ya ni siquiera es capaz de percibir como ausencia la muerte de Dios y del Ideal” (44). Con la caída del muro el capitalismo prometió formas individuos libres, pero, finalmente, desistió de dicho afán y terminó por provocar un consumismo de masas sin mayores pretensiones (57).

José Carlos Martín de la Hoz

Diego Fusaro, Pensar diferente. Filosofía del disenso, ediciones Trotta, Barcelona 2022, 169 pp.