style='mso-ansi-language:ES'> El

historiador Rafael Núñez nos ofrece en este trabajo un intento de aproximación

a las raíces de la historia de España del siglo XX. Desde el comienzo deja

claro que no busca analizar las causas y tampoco la veracidad de los análisis:

sólo mostrarlos ordenadamente. Así dirá en la introducción: "Culminación no porque

yo trate de ponderar nada ni de valorar lo que no me corresponde, sino

simplemente porque recojo aquí los hilos y líneas que venía trazando en las

obras anteriores (…) para acceder a una de las perspectivas que me parece más

reveladora para entender la España contemporánea: la impronta del pesimismo"

(p.17).


style='mso-ansi-language:ES'> Efectivamente,

arrancará con esta sencilla afirmación: "Desde el siglo XVIII, como mínimo, el

pesimismo ha sido históricamente más determinante que las posiciones contrarias

en la cultura española" (p.52).


style='mso-ansi-language:ES'> A

lo largo de las siguientes páginas, irá introduciendo variantes que aportan

matices dentro de la misma línea de pensamiento, por ejemplo, al recoger textos

sobre la decadencia, dirá: "dicho concepto refleja y expande una disposición

negativa más global que se manifiesta en otros muchos ámbitos hasta llegar a

constituir una de las características más distintivas de la época" (p.56).


style='mso-ansi-language:ES'> Prueba

de que el pesimismo sobre España no es una moda pasajera es su continuidad en

el siglo, en los autores y en las diversas artes que analiza: literatura,

ensayo histórico, política, arte, pintura y cine. Entre las causas que los

autores achacan a los males de España, que Núñez no somete a crítica, estarían:

la religión católica, la raza, el carácter, el cansancio, la pereza, la

ignorancia, la indolencia, etc.


style='mso-ansi-language:ES'> En

este trabajo hay una especial al tratamiento de la guerra civil como momento

clave del pesimismo a la hora de hablar sobre España: "La barbarie y la

crueldad desbordaron las expectativas y amenazaban con anegar a todos,

contrincantes y correligionarios. No había salvación para nadie en la hecatombe

(…). Aquello, más que una lucha convencional entre dos ejércitos, parecía una gigantesca

ola de rencor que anegaba pueblos y familias" (p.252).


style='mso-ansi-language:ES'> Entre

las pocas críticas que el autor hace se encuentra la llamada ley de Memoria

histórica: "Para algunos lo que cuenta es la posibilidad de golpear al

adversario con el pasado para negarle legitimidad en el presente y en el

futuro" (p.388).


style='mso-ansi-language:ES'> Quizás

uno de los pocos momentos fugaces de optimismo es la referencia breve a la

polémica de 1949 entre Rafael Calvo Serer y su
style='mso-bidi-font-style:normal'>España sin problema., frente a
style='mso-spacerun:yes'> Pedro Laín Entralgo

y su España como problema (p.332).


style='mso-ansi-language:ES'> La

conclusión la proporciona el autor al término de su trabajo, cuando afirma: "Llegamos

al final de este sintético pero denso recorrido. Son muchos los nombres que han

ido surgiendo, pero podían haber sido muchos más. Lo digo con sentido preciso:

era tal la negatividad en todas sus formas y tan extenso el surtido de intérpretes

de los que podía echar mano, que he necesitado contenerme y limitarme para

evitar repeticiones que hubieran canto menos duplicado este volumen. He querido

ser respetuoso con los autores que he traído a colación. Me propuse desde el

principio no hacerles decir en este contexto otra cosa que la que realmente

dicen el suyo propio" (p.432).

 

José Carlos Martín de la Hoz

 

Rafael NÚÑEZ FLORENCIO,
style='mso-bidi-font-style:normal'>El peso del pesimismo. Del 98 al desencanto",

ed. Marcial Pons, Madrid 2010, 473 pp.