En la revista Omnes del mes de octubre encontramos el extracto de una entrevista con el papa León XIV. En ella llama la atención la siguiente frase del pontífice: "Estoy tratando de no seguir promoviendo la polarización en la Iglesia" (Omnes, oct. 2025, pág.25). Es una expresión muy fuerte: "No seguir promoviendo...". Sabemos lo que es la polarización en el ámbito político, pero ¿en la Iglesia?
Si acudimos a la historia, vemos como a lo largo de los siglos ha habido en la Iglesia momentos de una polarización extrema. La herejía arriana provocó tales enfrentamientos que el mismo emperador Constantino tuvo que gestionar la convocatoria de un concilio universal, el concilio de Nicea, para unificar criterios. A finales del primer milenio se produciría el cisma de Oriente que separó de Roma a gran parte de los orientales. Más tarde, en Occidente, hubo un momento en el que había tres papas simultáneamente y enfrentados entre sí en Roma, Avignón y Pisa; es lo que se conoció como cisma de Occidente. Más tarde, la reforma protestante separó a media Europa, para finalmente aparecer el anglicanismo. Parece evidente que la polarización es una maniobra de Satanás, unida a la mala pasta de la que estamos hechos los hombres, a nuestra soberbia.
¿Podemos hablar hoy de una nueva polarización o división importante en la Iglesia? Conocemos el caso reciente de Alemania, donde han intentado organizar una Iglesia a su modo. Posiblemente sea una opción minoritaria, pero a la que se ha sumado un buen número de pastores. Está claro que tanto Francisco como ahora León XIV no han querido tomar medidas disciplinarias -podían haberlo hecho- para no profundizar en la división en y con Alemania.
En los Estados Unidos parece que también se están dando de bofetadas. Allí Francisco actuó con decisión suspendiendo a varios Obispos. En los EE.UU. parte del problema está en el tradicionalismo. Ante el relativismo y el desorden litúrgico y moral, parte de los fieles que recuerdan tiempos pasados y más felices han optado por volver a las formas de antes del Concilio Vaticano II, en concreto a la celebración de la santa Misa según el rito tridentino y en lengua latina. En este caso Francisco optó por prohibir esta forma de celebrar la Eucaristía. Ha sido una medida difícil de entender, dado que es contraria a la voluntad de una parte -seguramente minoritaria- de los fieles, a lo que conocimos durante muchos años, así como a lo que había dispuesto Benedicto XVI.
En la entrevista citada, el papa León manifiesta haber recibido multitud de cartas sobre el problema del rito, piensa que "el tema se ha convertido en una herramienta política", y concluye diciendo que "no estoy seguro hacia donde va a ir eso. Es obviamente muy complicado". Parece como si adoptar una postura u otra desde Roma fuera a irritar a alguna de las partes -tradicionalistas y progresistas- favoreciendo así la división. También queda clara la prudencia con la que actuó Benedicto XVI remitiendo la solución al criterio de cada Obispo diocesano; ellos tiene derecho a tomar sus propias decisiones con un sentido pastoral.
El último punto donde se me ocurre que pudieran aparecer fricciones está en la propia curia vaticana. Siempre ha existido una cierta continuidad en la curia entre un pontificado y el siguiente. Si León optase por cesar a los actuales jefes de los dicasterios para sustituirlos por sus propios candidatos, habría problemas por el orgullo herido de los salientes y los entrantes lo harían con el temor de una cierta provisionalidad. Por eso vemos como los nuevos nombramientos y cambios se están haciendo muy poco a poco.
En la entrevista, el papa menciona también la sinodalidad, que define como "una voluntad de entender" -¿de entenderse?-, y sobre otras cuestiones manifiesta su punto de vista pero acepta que se sigan investigando. La entrevistadora termina señalando que para el papa León "la unidad y comunión en la Iglesia son una prioridad" que el papa habría puesto de relieve desde el inicio de su pontificado.
Juan Ignacio Encabo Balbín
Allen, Elise Ann, León XIV, Ciudadano del mundo, misionero del siglo XXI, extracto en Omnes octubre 2025.