Revelación y Reforma

 

Hace muchos años, leía con detenimiento la narración de la aventura de unos centroeuropeos que tuvieron un accidente de avión y quedaron náufragos en una apartada isla del Pacífico, en la cual vivieron en amistad y compañía bastantes años antes de ser rescatados y devueltos a la vida civilizada. Entre las muchas peripecias de aquella aventura, se explicaba que, como eran todos protestantes, más o menos religiosos, con toda naturalidad decidieron nombrarse un pastor que tomara sobre sus hombros la nueva comunidad cristiana que formaban aquellos hombres y mujeres y se ocupase no solo del oficio dominical, sino de confortarles en sus necesidades espirituales que, como seres humanos normales y corrientes, no les faltaron en aquel retiro forzado.

Me venía a la cabeza esa significativa historia al leer las primeras páginas de la obra del joven teólogo alemán Michael Seewald (1987), quien ocupa desde hace relativamente poco tiempo, la cátedra de teología dogmática e historia de los dogmas de la universidad de Münster en Alemania.

Evidentemente, para un católico la Revelación viene de lo alto y está recogida en la Sagrada Escritura, La Tradición y es acogida con fe y veneración, conservada, trasmitida y venerada por el Magisterio de la Iglesia Católica. De hecho, si hubieran sido católicos los protagonistas del accidente, seguramente, se habrían quedado sin atención sacerdotal hasta ser rescatados aunque, no les hubiera faltado las atenciones de la Providencia ordinaria de Dios. 

La obra de nuestro teólogo, tal y como lo anuncia ya la contraportada, ofrece un panorama bastante negativo de los límites del quehacer teológico y de la existencia del magisterio ordinario y extraordinario de la Iglesia, a los que observa y estudia pormenorizadamente de manera negativa, casi coactiva, hasta denominar el pensamiento teológico actual como de una “teología escéptica” (66). Evidentemente, solo hay que ver la bibliografía citada para sacar esa conclusión.

Ciertamente, en sus análisis prevalecen los problemas suscitados en el debate con los teólogos protestantes y, especialmente, con Kant a la hora de encontrar punto de confluencia que lleve a una presentación “rejuvenecida, moderna y atractiva de la teología al mundo de hoy”.

Según nuestro autor, y así lo refleja el título, se puede “pensar de otro modo la misma Iglesia”, pero para ello ve necesario una hermenéutica de la ruptura con el modo de plantear el magisterio y, por tanto, de los límites del Símbolo de la fe y del rechazo kantiano al concepto de autoridad. Es decir: “libertad de confesión, también llamada libertad de creencia o de conciencia; segundo, la libertad de culto, y tercero, la libertad de reunión” (97). Es interesante comprobar cómo evalúa el magisterio de Juan Pablo II, la encíclica “Veritatis Splendor”, la “Fides et ratio”, así como afronta las aportaciones de la hermenéutica de la continuidad de Benedicto XVI (61-66).

José Carlos Martín de la Hoz

Michael Seewald, Reforma: pensar de otro modo la misma Iglesia, ediciones Sal Terrae, Bilbao 2021, 175 pp.