Sociología de los movimientos



El
presente trabajo del sociólogo Faggioli esboza la
historia de los movimientos en el seno de la Iglesia Católica
desde León XIII hasta nuestros días. El autor entiende por movimiento cualquier
institución de carácter social y religioso que brote en la Iglesia
Católica. Así, al comienzo del trabajo, afirma lo siguiente:
"En el debate teológico dentro de la
Iglesia así como en la opinión pública, el componente de los movimientos
(entendidos como grupos cristianos de los que se presume un compromiso estable
y una regla de vida que puede ser consuetudinaria o escrita) comporta siempre
novedades desbordantes, entre las que no está solo su carácter dinámico, sino
otras etiquetas -raramente empáticas y casi nunca benévolas- tales como
integrismo, fundamentalismo, papismo, cerrazón, sectarismo y sed de poder entre
otras
" (p.6).


Como
se puede observar a lo largo de estas páginas, el enfoque del trabajo es
sociológico y político, por lo que el conjunto de la obra queda lastrado en tres
aspectos fundamentales. En primer lugar, la ausencia de profundidad teológica en
el estudio de los carismas que cada una de las instituciones mencionadas en el
libro encierra. En segundo lugar, la falta de rigor canónico con la que aborda
cada una de esas entidades. Finalmente, el uso de la metodología dialéctica,
todo lo contrario del espíritu de comunión proclamado por el Concilio Vaticano
II y recordado por el magisterio de la Iglesia para estudiar la inserción de
los carismas en la pastoral de la Iglesia universal.


Esta falta de sentido jurídico,
espiritual e histórico le permite al autor equiparar, comparar y analizar
instituciones sin precisiones de ningún tipo. El análisis dialéctico, es
repetido sistemáticamente: Iglesia oficial frente a Iglesia carismática; movimientos
en oposición a estructura parroquial; clero regular enfrentado a clero secular (p.16). Un ejemplo de este esquema es
la descripción del "presunto enfrentamiento" entre la Acción Católica
italiana y Comunión y Liberación (pp. 108-114) como si fueran partidos
políticos en liza.


En orden cronológico, en el periodo
entreguerras, aparece en primer lugar el Opus Dei, caracterizado por el autor como
una institución que "encarnaba una acción reaccionaria radicada sobre una
voluntad de defensa organizada ante el espíritu de los tiempos" (p. 55). En
realidad, la presenta como nacida en 1941 y dirigida por sacerdotes, con un
discipulado de laicos, para una "modernización reacia a los impulsos de
actualización de la cultura teológica y política" (p. 55). En suma, una
organización elitista (p.56). No explica lo que significa la Prelatura,
sencillamente la llama "Prelatura nullius" (p.96),
aunque cite el libro del Itinerario jurídico, ni siquiera intenta comprender la
naturaleza secular del Opus Dei (pp. 82-83), ni la actuación política de su
miembros (p. 99), y termina por calificarlo de
mentalidad elitista y paramasónica (p.193), al
servicio y contando con el apoyo de Juan Pablo II (p.131).


A Juan Pablo II lo llama el Papa de
los movimientos (p.128) y resume su Pontificado como el intento de recuperar
las masas para Roma, frente a los obispos, para lo cual recoge minuciosamente
las opiniones de los críticos de los movimientos (pp. 136-140). Desde Benedicto
XVI sólo habla de castigos y recomendaciones a diversos movimientos, sin
ocultar la desilusión del autor por el apoyo del Papa (pp.168-169).


La
Tesis de fondo es que la aparición y desarrollo de los movimientos esconde un
modelo de Iglesia periclitado (Iglesia parroquial), cuyo final es la desaparición
de la misma o la conversión en una Iglesia residual (Papa y movimientos) para
minorías.


 


José Carlos Martín de la Hoz


Massimo FAGGIOLI, Historia
y evolución de los movimientos católicos. De León XIII a Benedicto XVI
, ed.
PPC, Madrid 2011, 217 pp.