Solo el amor permanece

 

En el libro que ahora vamos a comentar, aunque sea sólo brevemente, aparece con toda claridad, que, en la Nueva Evangelización, en primer lugar, viene la experiencia y, después, poco o mucho después, aparece la reflexión y la constante profundización acerca de la voz experimentada de Dios.

La conclusión del libro, no hay que buscarla, aparece nítida, está en la portada: después de todo, pase lo que pase y, siempre, al final de la vida: “Solo el amor permanece” (XIII). De ahí la importancia de vivir apasionadamente la vida, de amar en cada instante, de disfrutar con un amor siempre renovado y siempre mirando hacia adelante, con nuevas metas y horizontes más plenos.

Con estas palabras, sencillas y claras, se podría resumir la vida corriente de Chiara Amirante (Roma 1966). Una vida narrada en primera persona, con la sencillez y la fuerza de lo genuino vivido en plenitud, por la autora, una joven italiana que encontró su vocación dentro del camino de los focolares, a la llamada la “comunidad Nuevo horizonte”. Eso sucedió, después de escuchar suavemente la voz de Dios que le pedía, en la oración y en la vida, dedicarse a los pobres y a los marginados de la sociedad.

El escritor italiano Andrea Bocelli introduce este trabajo autobiográfico, con un prólogo, redactado a modo de sencillo pórtico, donde se aporta el recuerda de su primer encuentro con Chiara y lo contento que se puso al ver como “el buen Dios está contento de reflejarse” en el alma de los sencillos y humildes de corazón (X).

Es evidente, desde las primeras palabras de este libro, que el secreto de la autora, como el de todos los cristianos consecuentes con su fe y con su vida de oración, está en la decisión de vivir parta Jesucristo, de ponerlo en el centro y en la raíz de la entera existencia. Ese secreto íntimo, un secreto a voces, como nos expresa claramente la autora, se descubre en la oración (13), se cultiva en la oración y en los sacramentos (17) y se prueba en el sacrificio y en las pruebas y golpes de la vida (29). Con un amor que busca la autenticidad: “serás santo, si eres santo enseguida” (18).

La dedicación a los demás en los más pobres de los pobres, es una llamada de Dios, con una gracia específica que requiere mucha oración y mucha confianza en Dios, como muestra claramente la autora. Por lo demás el lector del libro, superado el sobrecogimiento de la avasallante gracia de Dios, puede concluir qué puede realizar él entre sus seres cercanos, amigos y parientes, pues en definitiva Deus Caritas est, y hemos de llevar a los hombres a la verdad de Cristo, a través del ejercicio heroico de la caridad.

José Carlos Martín de la Hoz

Chiara Amirante, Sólo el amor permanece. Nuevos horizontes en el infierno de la calle, ediciones BAC, Madrid 2018, 219 pp.