Tempestad en el siglo de las luces

 

La historia se suele ejemplificar como maestra de vida, pues en ella todos podemos aprender grandes lecciones del pasado en orden a vivir la vida presente y orientar el futuro. En ese sentido se agradecen las sólidas investigaciones llevadas a cabo por los expertos en cada materia, pues desvelan el origen y el significado profundo de las grandes persecuciones y tribulaciones acaecidas en la Iglesia o padecidas en algunas de sus instituciones.

En esa dirección se enmarca la sólida investigación del profesor doctor Enrique Giménez López, catedrático de historia moderna de la Universidad de Alicante desde 1988, quien lleva toda la vida investigando la expulsión de la Compañía de Jesús en el imperio español por orden del rey Carlos III en 1767 y su posterior extinción por el papa Clemente XIV en 1773.

El autor, como señala en las primeras líneas de su voluminoso trabajo se centrará en averiguar las posibles causas que provocaron un interés creciente por la desaparición, primero de los jesuitas de España y de su imperio, y, después, del jesuitismo de la Iglesia universal.

De hecho, nos hace notar el autor, tras la derrota de Napoleón y las horas bajas de la revolución francesa, se produjo la restauración de la Compañía por parte del papa Pío VII, en 1814, precisamente en los comienzos del liberalismo.

Es muy interesante comprobar que los argumentos que se aportaron de palabra y por escrito por los monarcas y sus oficiales que solicitaron de la Sede Apostólica la extinción de la Compañía, en la opinión de muchos, eran completamente etéreos e insustanciales, basados habitualmente en “lugares comunes” tal y como reflejó, en su momento, la Emperatriz María Teresa de Austria cuando fue consultado su parecer sobre ambas medidas (12). Esencialmente, las acusaciones se resumían en el oscuro termino de “jesuitismo” (44), adobado de conspiración secreta contra las monarquías europeas (13), tacharles de soberbia y de “identificar la Iglesia con la Compañía” (29), en suma: “un presunto fanatismo” (172).

Es muy interesante el análisis del autor de la documentación conservada en los Archivos vaticanos, las cortes europeas y la propia secretaría de estado del Vaticano acerca de la elección del papa Clemente XIV (1769) quien desde el primer momento manifestó su deseo de impulsar la causa de beatificación de Palafox (160), mientras esperaba a recibir propuestas concretas de España, Francia y Nápoles sobre la posible extinción de la Compañía con un mayor apoyo mundial, sobre todo del clero (170, 183).

Lo que no termina de comprenderse en este trabajo es el porqué de un apoyo tan abrumador de las órdenes y del episcopado español. Teófanes Egido, ha estudiado detenidamente el apoyo a la medida de petición de la extinción por parte de Carlos III y su conclusión es: “la mayoría clarísima y absolutísima de la jerarquía española respaldó el proyecto y las ansias borbónicas de aniquilación de la Compañía” (184).

José Carlos Martín de la Hoz

Enrique Giménez López, Tempestad en el tiempo de las luces. La extinción de la Compañía de Jesús, Cátedra, Madrid 2022, 545 pp.