Una espiritualidad para laicos

 

El Santo Padre Francisco, en plena continuidad con la doctrina desarrollada en la inolvidable Exhortación Apostólica “Gaudete et exultate”, nos ha escrito una Carta Apostólica bajo el título de “Totum amoris est” (Roma 28 de diciembre de 2022), dedicada a conmemorar el IV centenario de la muerte de San Francisco de Sales, un santo del barroco (12).

La Carta Apostólica comienza por recordar las coordenadas espacio temporales en las que discurrió la vida de entrega del santo obispo de Ginebra. Una vez ordenado obispo en 1602, en plena restauración de la Iglesia católica y en el centro de la comunidad helvética, se empeñó en un arduo y delicado trabajo ecuménico, siempre de la mano de su santidad el Santo Padre Clemente VIII que seguía sus movimientos y al que informaba de todos sus pasos (10).

El papa Francisco se detiene, en su Carta Apostólica, a realizar, como en otras ocasiones, un verdadero e intenso ejercicio de discernimiento espiritual para averiguar qué lecciones debe aprender el cristiano de hoy de este santo, tanto en la oración como en la vida eclesial (14).

En efecto, como es bien conocido San Francisco de Sales, con su intensa labor apostólica, procuró llevar a cabo una ingente labor de predicación y acompañamiento espiritual, tanto en la Corte del rey de Francia como en muchos y variados lugares de Europa.

Además, San Francisco de Sales era un prolífico autor de trabajos que han pasado al acervo de los tratados de espiritualidad, con obras muchas veces reeditadas como la “Introducción a la vida devota”, las “Cartas a Filotea” y tantas lecciones de santidad para laicos, hombres y mujeres de su tiempo a los que buscaba llevar a una auténtica vida cristiana (25). Como afirma el santo Padre: “todos llamados a la santidad, pero no por el mismo camino” (27).

Enseguida, el papa Francisco realizará un ulterior ejercicio de discernimiento en búsqueda de la conexión de la doctrina del de Sales con el Concilio Vaticano II, y su llamada universal a la santidad, especialmente subrayada en la Constitución dogmática “Lumen Gentium” (n. 11) en su inolvidable capítulo quinto y, también, en otros documentos como la Constitución “Gaudium et spes” (n. 114) detenerse, con la ayuda del espíritu Santo, a delinear la aportación de san Francisco de Sales al hombre de hoy (14).

El Santo Padre centrará la mayor parte de su trabajo en el testamento de San francisco de Sales: “Todo pertenece al amor” que da pie al título del trabajo y a las principales aportaciones al mismo: “urgir al amor (32), siempre muy unidos al calvario como el monte de los enamorados” (33).

José Carlos Martín de la Hoz

Santo Padre Francisco, Carta Apostólica “Totum amoris est”. En el IV Centenario de la muerte de san francisco de Sales, ed. BAC, Madrid 2023, 34 pp.