Una violencia indómita

 

Hay que reconocer que es desconcertante el éxito de este interesante trabajo reiteradamente reeditado y expuesto en las mesas de novedades de las grandes librerías de Madrid, donde no ha dejado de estar presente desde septiembre de 2020 hasta el verano del 2021 cuando ha llegado la sexta edición.

Efectivamente, el catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Zaragoza, especialista en la segunda República española y su epígono en la guerra civil, en realidad de lo que verdaderamente domina, y mucho, es sobre todo en temas del anarco sindicalismo español y europeo, materias de las que verdaderamente se ha convertido en una autoridad.

Es lógico que el tema de la violencia tentara a algunos de los posibles lectores, así como ahuyentara a otros, por lo que muchos decidieron, después de ver el índice y de leer el prólogo, esperar un tiempo razonable, pues el común sentir de los hombres cultos, que son los que compran estos libros, terminaría por decidir la balanza.

Evidentemente, con el bagaje de seis ediciones y los elogiosos comentarios acerca de la amplia documentación manejada por Casanova, mucha de la cual procede de largas y prolongadas estancias, en las universidades europeas implicadas, merece un voto de confianza y me terminado de convencer a los especialistas.

Efectivamente, Casanova, ha superado la ideología de fondo de sus obras precedentes y ha podido dedicar tiempo a redactar este ensayo sobre la violencia en el siglo XX en Europa, pues hay mucha y muy buena documentación al respecto y, sobre todo, porque ya había pensado mucho sobre la violencia antirreligiosa de la guerra civil española. Meditar sobre las dos guerras mundiales, la guerra fría, la caída del muro y la guerra de los Balcanes todavía interrumpida pero no acabada, le ha confirmado en las líneas de fuerza y en el arriesgado título del trabajo: violencia indómita.

En la introducción señalaba tímidamente lo que ha sido el gran nervio de todo su documentado trabajo: “varios historiadores han identificado en los últimos años los componentes básicos que desde finales del siglo XIX allanaron el camino a la violencia que afloró con una fuerza e intensidad desconocidas en el continente europeo desde el estallido de la Primera Guerra Mundial: el nacionalismo étnico-racista; el imperialismo colonial; los conflictos de clase, agudizados por el triunfo de la revolución bolchevique y una crisis prolongada del capitalismo. Nada antes de 1914 había preparado a Europa para lo que iba a suceder, pero la violencia había esparcido ya sus semillas. Y la línea fronteriza entre combatientes y no combatientes había desaparecido en las colonias, donde mujeres y niños fueron también asesinados en guerras planificadas con políticas racistas y de exterminio” (14).

Evidentemente el elemento religioso fue mucho más clave de lo que afirma Casanova, no solo en España y los Balcanes, también entre los fascistas y comunistas contra los cristianos, judíos y musulmanes en la primera mitad del siglo XX.

José Carlos Martín de la Hoz

Julián Casanova, Una violencia indómita. El siglo XX europeo, Ediciones Crítica, Barcelona 2021, 394 pp.