Valer más en la tierra

 

El trabajo de investigación que ahora deseamos presentar es el fruto del paciente trabajo de investigación, interpretación y coordinación, de un grupo de investigación llevado a cabo por profesores universitarios de diversas universidades españolas y europeas en torno a un tema tan apasionante como “poder, violencia y linaje en el País Vasco Bajomedieval.

Así pues, después de veinticinco años de estudios de grandes medievalistas, junto con doctorandos, investigadores y, sobre todo, fruto de muchas horas de discusión metodológica. No hay tantos trabajos de esta envergadura que lleguen hasta el final y que puedan ser presentadas a la comunidad científica en unidad y, sobre todo, en convergencia cultural de interpretación (16).

El hecho de que gran parte de aquellas tierras del señorío de Vizcaya estuvieran en manos de nobles castellanos que respetaban fueros, costumbres y tradiciones, permite no solo poder traducir sus documentos y ponerlos en consonancia con otros lugares de la Península Ibérica y Francia, sino también poder entender la peculiar manera de entender la nobleza, el feudalismo y los derechos de los caseros (22).

Es llamativo el uso de un lenguaje para iniciáticos que conduce el trabajar tantos años personas tan dispares en las mismas materias y en documentos comunes, pues requieren una posterior traducción para que los resultados puedan pasar con sencillez expositiva y claridad conceptual a los manuales y, finalmente, a la novela histórica.

En la lectura atenta de la obra, el lector va descubriendo aportaciones documentales de gran interés, algunas de las cuales sus autores denominan microhistorias, pues parecen bagatelas frente a las grandes digresiones conceptuales y metodológicas que se aportan en el trabajo, pues parecen si importancia y muy prácticas. Por ejemplo, el modo de cobrar impuestos de peaje de las “casas torres” en la cercanía de la villa de Durango, que resultaba tan molesta, insidiosa y coactiva que los viandantes, avisados por familiares y amigos abandonaban el camino real para ir a Bilbao y tomaban caminos secundarios, trochas y atajos fuera del control de las familias que dominaban esas pequeñas fortalezas (130-131).

Asimismo, es interesante comprobar cómo las facetas femeninas son tratadas con toda normalidad, sin especiales aspavientos, en plena y perfecta colaboración con las demás líneas de investigación, pues en la vida real ahora, como entonces, la mujer vasca seguía teniendo un protagonismo importante, no solo por los linajes y la maternidad, sino sobre todo por su liderazgo en sociedades como la vasca de dispersos caseríos, donde la unidad se realiza tanto por la amistad como por la familia y, después, vendrá el comercio y la industria (153).

La antigua conversión de aquellas tierras al cristianismo y la raigambre de sus lugares de culto, como las abundantes obras de caridad; enfermos, ancianos, orfanatos, así como las fundaciones masculinas y femeninas se trata con normalidad y atención (159).

José Carlos Martín de la Hoz

Sandra de la Torre (ed), Valer más en la tierra. Poder, violencia y linaje en el País Vasco Bajomedieval , ed. Silex, Madrid 2020, 419 pp.