Viajero de la confianza

 

Deseamos volver a tomar las notas que hemos ido realizando a lo largo de la lectura del interesante trabajo de Certeau. Se trata de los breves estudios, pero enjundiosos, desarrollados a lo largo de su larga vida científica por el historiador francés Michel de Certeau (1925-1986), y que ha editado recientemente la editorial italiana Jaca book, con el sugerente título de “En el lugar del otro”.

Se trata de piezas de diversa extensión: muchas recogen actuaciones en diversos eventos, que nos hablan en general sobre algo tan importante como es la historia religiosa y mística, de diversos países, pero más centrados habitualmente en Francia e Italia, durante los siglos XVII y XVIII.

En concreto, deseamos detenernos en uno de los trabajos de carácter más general: se trata de un capítulo sobre el pensamiento religioso en Francia en el siglo XVII, es decir en el preludio de la Ilustración francesa y del siglo de las luces que concluirá en la Revolución francesa.

Precisamente, nuestro autor introduce la cuestión con unas líneas muy sugerentes acerca del historiador convertido en viajero de la confianza, pues es muy importante mirar los acontecimientos con confianza, con admiración, incluso con un poco de ternura para hacernos cargo de los hechos y de las motivaciones y de las raíces de esos modos de actuar y de relacionarse.

En primer lugar, el viajero de la confianza, descubre que se trata del tiempo donde la cultura, el poder, la población, la religiósidad popular está trasvasándose ya de manera irreversible del campo a la ciudad: “se producen dos efectos aparentemente contrarios: un reforzamiento de la práctica religiosa y una transformación del sistema de pensamiento” (191).

Añadirá en seguida que “el reformismo cristiano es en gran parte un fenómeno urbano y laico”. Es interesante que señale que la ciudad se convierte, ya en aquella época, en el quinto de la totalidad de la población del país, precisamente todo lo contrario de lo que sucede en la actualidad que es justo al revés.

Inmediatamente, nuestro autor hace referencia al cambio entre la dogmática a la moral como ámbito de la teología de ese periodo y donde se concentran los intereses de las Facultades de Teología y, en definitiva, del saber culto de la corte, de los salones, de los lugares donde se crean las ideas (192).

Asimismo, el profesor Certeau va a descubrir algo tan importante como que la ruptura de la unidad de la religión, y la aparición de los hugonotes franceses, sus cultos sus pastores, sus teólogos, va a producir diatribas teológicas en la calle, pero sobre todo un reforzamiento del Estado. En cualquier caso el Estado tomará el mando de una implacable censura, pues ese tiempo se caracterizará de hecho por “la agresividad y el escepticismo desde el inicio del siglo“ (193).

José Carlos Martín de la Hoz

Michel de Certeau, Il luego dell’ altro. Storia religiosa e mistica, ed. Jaca book, Milano 2018, 363 pp.