Ada Goth y el fantasma del ratón

Ada Goth vive con su padre en el antiguo Palacete Nebroso. Allí solo los acompañan un grupo de sirvientes y algunos fantasmas. El padre de Ada, Lord Goth, piensa que los niños solo deben ser oídos y nunca vistos, así que su hija lleva unas pesadas y ruidosas botas que le advierten de su presencia. Ada dedica los días a vagar por los pasillos de su misteriosa casa, hasta que encuentra el fantasma de un ratón que murió recientemente.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2014 Edelvives
220
978842639179

Traducción de Elena Gallo y Pepa Arbelo

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Novela juvenil de estética gótica, primera entrega de la serie protagonizada por Ada Goth, joven aristócrata y única hija de Lord Goth. Este es un célebre poeta ciclista, el más famoso de Inglaterra, y el sexto lord de la dinastía Goth, una familia inglesa de rancio abolengo.  La  madre de Ada, una hermosa funámbula de Tesalónica, llamada Parténope, falleció en un trágico accidente cuando nuestra protagonista era apenas un bebé. Desde ese día, el padre se distancia de su hija, cuyo rostro le recuerda inevitablemente a su esposa. Ambos llevan una vida solitaria y triste, rodeados de sirvientes y criados (y algunos fantasmas), en una magnífica mansión en el campo, el Palacete Nebroso, dotado de múltiples dependencias, pasadizos secretos, cuartos ocultos, bellos jardines (el jardín secreto y el jardín aún más secreto): explorar el palacete es el pasatiempo favorito de Ada, que siempre halla una nueva sorpresa en el laberinto de sus innumerables pasillos.
Como ya se ha dicho, la obra recrea el género narrativo gótico de ambientación romántica: paisajes sombríos, edificios en ruinas, castillos con sótanos y pasadizos, ruidos nocturnos, algún fantasma, algún vampiro… personajes fascinantes, extraños e insólitos que se ven envueltos en graves peligros. Sin embargo, este relato propone una divertida versión humorística de las novelas de tipo gótico y una forma diferente de acercarse a estos ambientes tenebrosos, que fomentará la creatividad de los lectores. Así, a partir del capítulo IV, se abren varias tramas y, junto a la historia del ratón fantasma, cobran protagonismo la carrera anual de velocípedos metafóricos (bicicletas) y la cacería de interior. Gracias a ambos acontecimientos, se despliega una serie fantástica de personajes mitológicos como la sirena Sesta, las arpías, el fauno…; sin olvidar la figura del mayordomo de exterior Maltravers (tan característico de las novelas de misterio), que juega un papel ambiguo, rodeado de un halo de culpabilidad, con su mirada pérfida y desagradable.
Con un estilo ágil y abundantes diálogos, cabe destacar el protagonismo del lenguaje y de los juegos de palabras a lo largo de todo el relato: así, el autor utiliza divertidos nombres propios recreando nombres reales o literarios, como las institutrices Jane Oiré, Espialidosa Poppins, Morag Macfea, Lucy Borgia (la “Mona Lucy”); o grandes novelistas como Mary Cheli, los poetas Molebridge y O’Quincy, y el cazavampiros Rupert Von Hellsung. La cocina del palacio se llama el Inferno de Dante, y la mansión es el Palacete Nebroso que está en el Villorrio Rendo. Incluso el libro contiene “notas de pie de página”, redactadas por el pie cercenado de un famoso escritor en una batalla.
Tanto por los temas tratados de fondo (como la importancia de la amistad, el trabajo en equipo, el cariño y la unión familiar, y la aceptación de la pérdida de un ser querido), por la cuidada edición y las magníficas ilustraciones, así como por el lenguaje creativo y lleno de magia, hacen que esta obra sea muy recomendable para el público juvenil y para los adultos, que pondrán a prueba su capacidad de relación.