Atardecer en el Sur

Álvaro llega a una ciudad del Sur para dar clases de Literatura. Es su primer destino y su enamoramiento de la ciudad andaluza inmediato. Allí desarrolla el proyecto de vida que ha elegido para sí mismo. "Atardecer en el Sur" es el diario del primer trimestre de aquel curso.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1997 Ediciones Internacionales Universitarias
120
Valoración CDL
3
Valoración Socios
4
Average: 4 (1 vote)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

1 valoraciones

4
Género: 

Comentarios

Imagen de enc

El protagonista se presenta a si mismo como un profesor de Literatura recién incorporado al Instituto de una ciudad andaluza. Tiene deseos de estudiar y de transmitir lo aprendido a sus alumnos (la época en lo que esto se produce es fácilmente identificable: entre 1977 y 1980). El claustro de profesores es, en su conjunto, tan joven como él, lo que le facilita relacionarse, sobre todo con sus compañeras. Necesitaría una compañía femenina para compartir todo lo nuevo que va sucediendo en su vida pero comete el error de dejarse fascinar por los ojos negros y sonrientes de su alumna Sofía; un "quiero y no es posible" que pone en tensión al lector. También tiene que afrontar que José, otro profesor de Literatura, le descubra su homosexualidad dando a entender su interés por Álvaro. Éste reacciona con serenidad, acude a José para llenar su propia necesidad de compañía y trata de sacarle del pozo de tristeza y frustración en el que vive. En ocasiones el profesor nota la tensión y el desgaste psicológico que este tipo de vida provoca en él y que atribuye a la dureza de la profesión que ha escogido: la enseñanza. "Atardecer en el Sur" no es una historia cerrada, sino el relato de una época en la vida del protagonista. La prosa de Martí nos recuerda a Delibes, al cual cita, aunque el libro contiene cantidades ingentes de poesía, de sensibilidad, que el autor castellano nunca ha tenido. La edición sería correcta si no fuera por varias erratas al principio que la invalidan: un "echado" con hache y un "a obsesionarme" también con hache, junto con algunas erratas menores pero claramente perceptibles.