Botchan es un indiscutible clásico de la moderna literatura japonesa y, desde hace más de cien años, una de las novelas más celebradas por los lectores de aquel país. Considerada el Huckleberry Finn nipón, y comparada también con El guardián entre el centeno, narra las aventuras de Botchan, un joven tokiota descreído y cínico, alter ego de Soseki, al que mandan como profesor a una escuela rural situada en la remota isla de Shikoku. En su nuevo destino pronto se topará con una serie de insólitos personajes, como el jefe de estudios «Camisarroja» o el «Calabaza», un triste profesor de ciencias de aspecto enfermizo y ánimo sombrío. Pero sobre todo se verá obligado a hacer frente a una auténtica caterva de fieros alumnos asilvestrados, que se consagrarán a hacerle la vida imposible.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2008 | Impedimenta |
240 |
978-84-935927-7-6 |
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Estamos ante una novela que, como bien apunta Wonderland en su reseña, se puede inscribir en el género de la picaresca, pero puntualizando que se trata de un humor oriental y, más concretamente japonés, donde se aprecia un formalismo combinado con una seriedad y rectitud que difiere bastante de lo que nos tiene acostumbrados la picaresca castellana.
La obra está bien escrita, y da a conocer las peculiaridades de la vida común de la sociedad japonesa en una ciudad provinciana, en el Japón de primeros del siglo XX; y un modo de novelar característico, según señala el traductor en su estudio introductorio, de la cultura oriental influenciada por China.
Es una novela de calidad, donde se da a conocer la vida de este joven profesor, Botchan que es destinado a una isla, lejos de la civilización y comenzar su vida profesional. En una escuela con alumnos totalmente "asilvestrados" y a todas las "influencias y diferencias" que hay entre el profesorado -como en cualquier lugar-. En el relato se ven las costumbres de ese país. También el autor deja ver como va madurando ante estas dificultades.
Natsume Soseki, de nombre real Natsume Kinnosuke, es uno de los autores más importantes de la literatura japonesa. Descendía de una familia de samuráis venida a menos, y cuando contaba nueve años sus padres lo entregaron en adopción a un matrimonio que tenían a su servicio. En la universidad comenzó Arquitectura pero terminó pasándose a Lengua Inglesa. En 1906 publicó Botchan, que se convirtió en un superventas de inmediato, contiene elementos autobiográficos, ya que trata de un profesor destinado a una escuela secundaria situada en una zona remota de Japón. Con todo, parece que Soseki no lo pasó tan mal como el protagonista de su novela, el propio Botchan que le da título. Y es que la narración da muchísimo juego. La novela mezcla un ritmo trepidante con un sentido del humor propio de la picaresca. No sólo recuerda, como bien se dice, al ya clásico americano El guardián en el centeno, de J.D. Salinger, sino también a nuestro Lazarillo de Tormes. No porque Botchan sea un pícaro, que no lo es, sino porque se busca la vida como puede, en medio de una adversidad tan constante como cómica, y al final, además, consigue vengarse de determinados elementos que nunca estuvieron donde tenían que estar: a su lado, apoyándolo contra la crueldad gamberra de sus alumnos, unos paletos maleducados incapaces de aceptar a un profesor recién llegado de Tokio. Una buena novela tierna, divertida y aleccionadora a la vez, traducida (y bien) por primera vez a la lengua española.