El descubrimiento del Greco

Una obra importante para quienes estudian o cultivan la historia del arte con las últimas investigaciones sobre el Greco, como precursor de las vanguardias contemporáneas.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 Marcial Pons. Ediciones de Historia
231
978-84-15245-17-9
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El Greco tiene gran atractivo para el público actual pero no siempre ha sido así. Aunque celebrado en vida por algunos de sus retablos, el cretense cayó pronto en el olvido, y hasta bien entrado el siglo XIX se rechazaron sus composiciones extravagantes y sus inquietantes figuras alargadas. Incluso corrió la especie de que se debían a enfermedad ocular o desequilibrio mental.
En la recuperación de su fama han intervenido un buen grupo de historiadores y artistas, protagonizando serios debates entre el nacionalismo decimonónico en el arte (Justi o Cossío), el realismo del alemán Mayer, el neoidealismo que valora la interioridad creativa, (Meier-Graefe), o los expresionistas que abandonan el vínculo con la realidad, apostando por un arte plenamente subjetivo y llevando la libertad hasta la arbitrariedad (Marc o Kehrer).

El profesor alemán Storm desarrolla la valoración histórica del Greco y su obra en nueve capítulos. Desde el siglo XIX se le redescubre y va creciendo como el patriarca del arte moderno, y uno de los activos principales del patrimonio artístico español, hasta el punto de desplazar a Velázquez y adelantar a Goya como precursor de las vanguardias.

El autor sigue con detalle los análisis del historiador Meier-Graefe y sus debates frente a los nacionalismos artísticos. El pintor Manet tiene un gran peso específico en el redescubrimiento del pintor del alma, seguido por Cézanne y otros impresionistas, que sintonizaron y aprendieron mucho del Greco. También los innovadores como Kandinsky o Picasso; contribuyeron además los pintores Zuloaga, Sorolla y Rusiñol, y escritores influyentes como Unamuno, Barrès o Rilke. Como obras especialmente influyentes en esos artistas hay que recordar algunas menos conocidas por el público, como son El quinto sello del Apocalipsis, Laocoonte, y la Vista de Toledo, por su originalidad nada convencional, su integración en el paisaje, y su fuerte expresividad. Un acierto de esta cuidada edición son las buenas reproducciones situadas junto a los textos de referencia, de modo que se pueden comprobar fácilmente las observaciones del autor. Es algo no frecuente en otras obras de arte o de historia.