El gran diseño

No hay que dejarse llevar por la popularidad de Hawking, ni por la facilidad con que divulga.
En este libro, contraviniendo toda lógica llega a la conclusión de que el universo surge por generación espontánea de la nada; y reza el dicho popular que de donde no hay, no se puede sacar.
Fuerza en sus razonamientos a la física para llegar a conclusiones que sobrepasan el ámbito de la física.
En su empeño por demostrar que el universo, la naturaleza es pura materia, enfrenta de manera equívoca la cuestión del hombre como parte de ese universo.
Hawking, según afirma, es determinista, por tanto no cree en el libre albedrio, por lo que se ve obligado a hacer una pirueta mental para justificar su apariencia, sólo apariencia, a partir de la inexplicable interacción de los billones de partículas de que está formado el organismo humano.
Igiualmente sorprendente es el argumento que utiliza para explicar la “reduplicación” a partir de la pura materia y las leyes de la naturaleza que “crea” el propio hombre: la capacidad humana de la procreación, y su evolución hasta llegar a realizar un ser “de algún modo” inteligente.
Hawking se sale del ámbito de la materia de su competencia –la física-, para ofrecer una pseudo filosofía que hace agua desde sus fundamentos
Por tanto, no recomiendo este libro que llevaría a confusión a personas que no tengan una sólida formación intelectual y conocimientos de física.