El reino helado

El «reino helado» es el destino al que Salah, de nueve años, y su hermano mayor, Namir, sueñan con llegar. Es el nombre con el que denominan a Suecia, el país donde los refugiados son bien acogidos. Los hermanos emprenden el largo viaje al verse obligados a abandonar Damasco por la guerra. Pero, como ya se imaginaban, no será un viaje sencillo.

Los jóvenes lectores aprenden en esta obra en qué consiste el síndrome de resignación, un desorden psicológico real que sufre gran parte de los niños refugiados y que les puede llegar a causar la muerte. Con ella, la autora realiza un retrato eficaz y demoledor de la situación de los refugiados que cruzan las fronteras europeas huyendo de la guerra y la miseria. Finalista del Premio Alandar 2021.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2022 Edelvives
194
978-84-140-3991-5
Valoración CDL
3
Valoración Socios
4
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Novela juvenil sobre la inmigración y, especialmente, sobre el sufrimiento, la soledad y el abandono de los niños refugiados. Ambientada en diferentes ciudades (Damasco, Viena, Madrid, Halmstad, Estocolmo), la acción transcurre entre enero de 2018 y junio de 2019 y narra el viaje de dos hermanos hacia el norte de Europa. El protagonista es Salah el Jamai, un niño sirio de nueve años que, a causa de la guerra y el hambre, debe abandonar Damasco junto a su hermano Namir, de quince años. Sus padres fallecieron en un accidente al principio de la contienda y, desde entonces, los niños han estado al cuidado de su abuela, sitti Sarah; pero la situación en el país se hace insostenible y deben huir con los pocos recursos que les quedan. El sueño de su abuela es que consigan llegar al reino helado: “Hasta el norte, más allá del norte, en Europa, donde el cielo es de nieve y el mar es de hielo… Y allí hay un rey justo, que recibe a los viajeros, a los que llegamos de lejos, a los forasteros, a los que hemos perdido el camino, a los que perdimos la paz” (p. 33). Sin embargo, en este largo viaje, los hermanos se tienen que separar y solamente Salah llega a Suecia, mientras que Namir es recluido en el campo de refugiados de Zaatari (Jordania). Salah, sin familia ni recursos, puede ser deportado de nuevo a Siria y comienza a padecer una extraña enfermedad.

La obra ha quedado finalista en el Premio Alandar de 2021 por todos sus méritos, tanto en el contenido como por su formato original y creativo: un puzle de diferentes documentos y saltos temporales. La autora, Itziar Pascual (Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud en 2019), ha sabido dar voz en el relato a los diferentes personajes que aportan su visión personal y conmovedora sobre los hechos. Y así, escuchamos la voz de Salah a través de su cuaderno de memoria, la voz de Namir en sus grabaciones en el teléfono móvil, la voz de la psicóloga española Adela Cortés en su diario personal, la voz de los compañeros de clase de Salah en sus cartas, incluso la voz del doctor Göran Bonregärd del hospital Karolinska de Estocolmo en su conferencia sobre el síndrome de resignación, la enfermedad rara de los niños refugiados.

En enero de 2018, la periodista Ana Vidal Egea publicó un reportaje en El País donde refería la situación de los niños afectados por el síndrome de resignación en Suecia: niños procedentes de distintos países, refugiados sin familia, sin patria y sin futuro, que comienzan a padecer fuertes dolores, decaídos y sin apetito, hasta entrar en coma. Para Itziar Pascual, fue una historia demoledora que “te atrapa y no puedes dejar marchar”, y de esta forma nació en su mente El reino helado, para hacerse eco de esta tragedia. Y así afirma al final del relato: todos debemos “comprender que somos responsables de todos aquellos que sufren, independientemente de su lugar de nacimiento o de sus circunstancias. Eso significa asumir que el compromiso con la infancia es un deber universal que no puede tener en cuenta ni fronteras ni barreras” (p. 173).