El señor Bello y el elixir azul

Aventuras de Max, un chico de doce años, y de su perro Bello, o el señor Bello para ser exactos. La historia comienza cuando la mascota bebe accidentalmente un líquido azul capaz de causar efectos sorprendentes.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Siruela
244
978-84-7844-248-5
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En El señor Bello y el elixir azul encontramos un tema ya antiguo pero no por eso aburrido: animales que adquieren facultades humanas. El protagonista es Max, un chico a quien su padre promete regalarle un perro tras ceder a su insistencia. Cuando por fin se lo regala (de hecho se quedan con un perro vagabundo, pero eso no viene al caso), el bicho lame del suelo un pócima que se ha vertido accidentalmente. Dicho brebaje es un descubrimiento que tiene alucinados tanto a Max como a su padre farmacéutico, porque es un hiperfertilizante que hace que las plantas se desarrollen a una velocidad pasmosa. Lo que no esperaban es ver el efecto que produce sobre un animal: el perro se humaniza y comienza a hablar. De ahí que el cuadrúpedo deje de ser simplemente Bello para pasar a ser el señor Bello.

Paul Maar tiene mano indudable para la literatura infantil (señalaré que se está rodando la película correspondiente al libro). Sabe atraer la atención del lector con una historia no sólo bien escrita sino también correctamente elaborada. Y fomenta la imaginación, algo que siempre conviene en estos tiempos de atrofia mental, cuando los estímulos sensoriales son tantos que el hedonismo se convierte en ley y la fantasía se castra. El presente es un buen libro, con ilustraciones simples pero bien terminadas, para iniciarse en la literatura fantástica. Ya habrá tiempo para Tolkien.