El traje de lo que no importa

Relato infantil sobre la vida cotidiana de una familia numerosa. La obra está ambientada en Winkelburg, un pueblecito situado entre altas montañas siempre coronodas por la nieve, y el protagonista del relato es Max Nix de tan solo siete años. Es el más pequeño de siete hermanos y vive en una preciosa casita sobre la ladera de una empinada montaña. Allí disfruta con su familia de los días luminosos y es feliz, pero con una única excepción: le gustaría tener su propio traje, un traje hecho a medida con pantalones largos y chaqueta a juego, un traje para todas las estaciones del año y para cualquier situación, porque todo el mundo en el pueblo lucía alguna clase de traje.  

Hasta que un día, el cartero de Winkelburg les trae a casa un enorme paquete que contiene un hermoso traje mullido y afelpado de color amarillo mostaza. A Papá Nix el traje le queda perfecto “como un guante”, pero no lo ve apropiado para ir a trabajar en el banco; así que se lo cede a Paul, el hijo mayor. Mamá Nix le arregla el traje a Paul, pero este piensa que es disparatado para sus actividades de esquí. Y así, el traje va pasando de hermano a hermano hasta llegar a Max, que por fin ve cumplido su deseo de tener un traje propio, y entonces, lleno de felicidad, comienza a vivir maravillosas aventuras.  

La autora del relato es Sylvia Plath (1932-1963), escritora y poeta estadounidense, que escribió esta obra durante su luna de miel, antes de tener su primer hijo. En ella, presenta la vida de una familia numerosa en la que todos los miembros comparten las tareas y viven felices en un lugar maravilloso. Sin embargo, cada uno va a tener una actitud y un comportamiento diferente ante los mismos hechos, de tal forma que cada personaje demuestra lo que verdaderamente es importante para él en cada caso. De este modo, la autora propone que cada uno debe seguir su propio criterio sin dejarse llevar por las opiniones ajenas. La obra, de pequeño formato, se completa con las ilustraciones de Rocío Martínez, llenas de color y muy divertidas. En ellas, se plasman con detalle tanto los lugares como las acciones, y además se identifica perfectamente a cada uno de los personajes (los padres y los siete hermanos). Una obra muy recomendable para leer y comentar en familia con los lectores más pequeños.