Grand Hotel

Varios personajes coinciden en un hotel de Berlín, en los años 20 del siglo pasado. Destaca entre ellos el contable Kringelein, al que han diagnosticado una enfermedad mortal y está dispuesto a vivir los meses que le quedan como un gran señor. Para ello se pone en manos del barón Gaigern, hombre de mundo y ladrón de habitaciones en el mismo establecimiento. Igualmente coincidirá con Preysing, director general de la Algodonera de Sajonia, y con otros personajes interesantes.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2011 Planeta
400
978-84-081-0451
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Vicki Baum (1888-1960) alcanzó la fama con esta novela, publicada en 1929. Los críticos tacharon a la autora de hacer una literatura de folletín, ya que con anterioridad había publicado novelas por entregas en periódicos y revistas. La realidad es que ésta ha sido traducida a más de cuarenta idiomas y llevada al cine dos veces. Esto nos lleva a preguntarnos qué se entiende por buena literatura. Si una novela bien escrita y entretenida puede ser mala literatura y viceversa, si una complicada y aburrida puede ser considerada una gran novela. Afortunadamente cada uno tiene sus gustos y sus criterios, y a mi "Grand Hotel" me ha gustado. Me han convencido el ambiente y los personajes, lo bien que se lee y como mantiene la atención del lector a pesar de que la historia es mínima.

En un principio sorprende como la autora se detiene en detalles irrelevantes, pero los autores alemanes -Vicki Baum era austriaca y vivía en Berlín- nunca se han distinguido por su brevedad. La autora hace una literatura femenina, y lo que los críticos vieron como un inconveniente yo lo veo como una cualidad. Por ejemplo se detiene en las relaciones familiares de sus personajes; Kringelein aborrece a su esposa, en tanto que Preysing añora a la suya mientras se encuentra en Berlín; sin embargo la figura del primero se irá agrandando a lo largo de la novela mientras que la del segundo se hunde.

Se ha dicho que el periodo de entreguerras -los felices años veinte- fue loco y amoral (recuérdese "El gran Gatsby" de Scott Fitzgerald), y terminó con el crakc de 1929 y la Gran Depresión. Vicki Baum lo muestra con el personaje de "Llamita", una mecanógrafa en paro que desearía dedicarse al cine. Cobra 15 pfenigs por trabajos sueltos de mecanografía, pero también acepta veinte marcos por una fotografía de desnudo.

Nos encontramos ante una novela perfectamente elaborada y con un sentido del humor muy agradable como telón de fondo.